La gestión de la competición en los niños y niñas: más allá de ganar o perder

El deporte es una actividad que fomenta el desarrollo físico, mental y social de los niños y jóvenes. Además, también puede ser una forma de enseñar valores como el trabajo en equipo, la perseverancia y el compromiso. Por lo que la competición es una parte importante del deporte, y a pesar de que tendría que ser vívida como una experiencia deportiva positiva, en ocasiones puede ser especialmente difícil para los niños, ya que en los últimos años ha habido un aumento de la competitividad en el deporte infantil que han derivado a algunos problemas como el estrés y la presión e incluso al abandono deportivo en edades muy tempranas.
La presión en los niños
Es normal que los niños quieran ganar y hacerlo bien en su deporte favorito. Sin embargo, la presión puede llevar a una experiencia negativa y a un rendimiento inferior. La presión en el deporte infantil puede ser causada por diferentes factores: los propios niños, los padres y los entrenadores. Los jóvenes deportistas son perfeccionistas y demasiado exigentes con ellos mismos por lo que se pueden poner mucha presión para ganar y ser los mejores. A veces los padres pueden tener expectativas demasiado altas para sus hijos y poner demasiado énfasis en ganar, lo que puede llevar a los niños a sentirse presionados y pensar que el ganar es la única forma de conseguir la aprobación del adulto. Y, por último, algunos entrenadores pueden ser demasiado críticos y enfocados en el resultado, en lugar de fomentar la mejora individual y el disfrute del deporte.
El estrés y la presión pueden tener efectos negativos en el rendimiento deportivo y personal de los niños y es importante la manera en la que los niños aprenden a afrontar la presión deportiva y cómo los adultos les enseñan a hacerlo. Algunos de estos efectos de la presión son: ansiedad, depresión, trastornos del sueño y problemas de salud. Además, puede afectar el rendimiento deportivo al disminuir la concentración y la coordinación. Y, por otro lado, puede causar miedo al fracaso, ansiedad y baja autoestima.
¿Cómo ayudarles a manejar la presión y el estrés en el deporte?
Es importante que los padres y entrenadores estén atentos a las señales de presión en los niños. Hay que fijarse en las interacciones del niño durante el partido y los entrenos ¿Está tu hijo/a concentrado y preparado para actuar o los nervios le impiden dar lo mejor de sí mismo/a? ¿Cómo encaja los errores? ¿Tiene un espíritu deportivo o se le descontrolan fácilmente las emociones? ¿Siente malestar físico antes de las competiciones que desaparece al acabar las pruebas? ¿Manifiesta que se ve inferior a sus compañeros?
Para ayudar a los niños a manejar el estrés y la presión en el deporte se presentan algunas estrategias y recomendaciones:
- Fomentar la diversión y el aprendizaje: los niños deben disfrutar el deporte y aprender habilidades nuevas. Esto debería ser la prioridad principal. Los padres y entrenadores deben asegurarse de que los niños estén participando en un deporte que les guste y les interese.
- Evitar la presión excesiva: la presión puede ser desmotivante y tener efectos negativos en el rendimiento de los niños. Los padres y entrenadores deben evitar presionar a los niños para que ganen o para que alcancen metas poco realistas. En su lugar, deben enfocarse en el proceso y en la mejora continua.
- Enseñar habilidades de afrontamiento: los niños necesitan aprender habilidades de afrontamiento para manejar la presión y el estrés. Los padres y entrenadores deben enseñarles técnicas como la respiración profunda, la visualización, meditación y la relajación.
- Fomentar la cooperación y el trabajo en equipo: el trabajo en equipo y la cooperación son habilidades importantes para cualquier deporte. Los padres y entrenadores deben fomentar la colaboración y la comunicación efectiva entre los niños y evitar las comparaciones con otros deportistas o incluso con el pasado. Cada niño es diferente y todos tienen sus virtudes particulares.
- Fomentar la comunicación: es importante que los niños se sientan cómodos hablando con sus padres y entrenadores sobre sus sentimientos y preocupaciones. La comunicación abierta puede ayudar a reducir la ansiedad y el estrés.
- Enseñar la importancia del respeto: el respeto es fundamental en cualquier deporte. Los niños deben aprender a respetar a sus compañeros, a los entrenadores y a los árbitros. Los padres y entrenadores deben ser un ejemplo de respeto y buen comportamiento.
- Enfatizar la importancia del esfuerzo: en lugar de enfocarse en el resultado final, los padres y entrenadores pueden enfatizar la importancia del esfuerzo y la dedicación para mejorar en el deporte.
En resumen, la competitividad en el deporte infantil puede ser una experiencia positiva en el deporte, en el desarrollo personal, emocional y físico si se fomenta por parte de todos los integrantes del entorno deportivo (familias, entrenadores y niños). Una competición saludable pasar por tener una actitud positiva, enseñando habilidades para manejar el estrés, fomentando la comunicación y enfatizando la importancia del esfuerzo y la dedicación.