Por qué la bofetada o el cachete no sirven como modelo educativo

Muchos padres creen que un cachete o una "bofetada a tiempo" puede ser educativa y favorecer que el niño aprenda a comportarse mejor.
No obstante, la bofetada no es más que una reacción impulsiva de los adultos ante un momento de frustración y no consigue que el niño aprenda la razón de su mala conducta.
Además se ha visto que NO funciona: el niño sólo aprenderá a actuar por miedo a la reprimenda, considerará la bofetada como acto legítimo en un futuro y tiene más probabilidades de generar conductas antisociales y violentas.
Es mucho más recomendable que los padres sean el modelo de conducta que pretenden ser, y ello implica evitar las pérdidas de control.
Mª Dolors Petitbò, psicóloga clínica y jefe de sección de Psicología del Hospital Sant Joan de Déu nos explica por qué la bofetada no sirve como modelo educativo y qué alternativas existen para resolver conflictos con los hijos.