Sorgenfresser, un juego para acabar con los miedos

Sorgenfresser
12/02/2015

Todos los niños tienen miedos que no saben cómo controlar o expresar… Si quieres tener un juego a mano que te ayude a tener más complicidad con tu hijo o hija no dudes en probar los muñecos Sorgenfresser.

Tienen la facilidad de “comerse” los miedos de los pequeños y aligerarlos. ¡Solo hay que ponerse y dar el primer paso!

  • Fabricante: DEVIR
  • Categoría: Juego simbólico
  • Edad: Indicado para jugar con los niños de a partir de 1 año 
  • Nº jugadores:1 niño y sus padres 
  • Tiempo de juego: siempre que lo deseéis y os parezca útil 

Saber más

Esta colección de muñecos, con más de 15 modelos de formas y caras distintas, está especialmente ideada para ayudar a los niños a superar sus miedos nocturnos, sus inseguridades en el momento de ir al médico o al hospital o todo lo que les genere malestar y miedo. Pero vayamos poco a poco. No hay nada que se resuelva en un plis plas, ni remedios infalibles. Se trata de un recurso simpático y con un punto transgresor que nos puede facilitar el reto de una forma lúdica y divertida.

Los Sorgenfresser tienen una gran boca, especialmente pensada para comerse los miedos. No hay problema si el miedo es grande, la gran boca se abre y cierra con una cremallera. Seguro que por grande que sea el miedo ¡se lo pueden tragar y queda bien cerrado dentro! De esta forma, podemos establecer entre nosotros y nuestros hijos un diálogo jugando.

-¿Tienes miedo? No te preocupes... ¿qué te parece si dibujas lo que te da miedo y se le damos a tu monstruo comemiedos para que se los trague?... Y ¡sí! El monstruo comemiedos abre su enorme boca y… ñam, se la come en un plis plas, abriendo y cerrando su cremallera.

En el momento de tragarse el miedo podemos jugar con el muñeco y darle un pequeño susto… ¡Ay! ¡Que casi se me come el dedo!  

-También con el monstruo, cuando no estemos cerca, nos podemos hacer presentes de forma afectuosa, sorprendiendo a nuestros hijos con algún mensaje afectuoso. ¿Y si se lo llevan de campamentos o a dormir a casa de un amigo y descubren un mensaje afectuoso escrito por nosotros? Puede ser una bonita forma de ayudar a nuestros hijos en un momento en el que se pueden sentir solos o tristes.

Valores educativos

Los muñecos “comemiedos” están ideados para que los niños y niñas aprendan a expresar y a identificar sus propias emociones, pues lo que pretenden es movilizar la expresión de estas emociones y sentimientos, para dar salida a sus miedos y ayudarles a aprender a gestionarlos de forma positiva. Pero también son una excelente herramienta para los padres, pues facilitan recursos para la comunicación de intangibles. Sin duda, una alternativa muy original y poco usual.

Hablar con los hijos de lo que sentimos contribuirá a crear un clima de confianza imprescindible para favorecer que ellos se expresen con libertad. Si conseguimos que éstas sean conversaciones habituales y naturales, nuestros hijos se sentirán escuchados y valorados y su autoestima y seguridad se desarrollará.

Más allá de los valores afectivos, este recurso de juego facilita la observación, la comunicación y la expresión oral y la creatividad.

Sorgenfresser

  • Cuándo jugar: cualquier momento es bueno, pero seguramente por las noches, en el momento de ir a dormir, les gustará tenerles bien cerca. 
  • Cómo compartir: es un juego apto para todo tipo de niños. Podemos compartirlo, pero cada niño querrá tener el suyo, pues rápidamente se convertirá en su mascota más entrañable. 
  • Dónde y cómo guardarlo: cerca ¡para tenerlo a mano siempre que sea necesario!
Juego recomendado por: 
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