El Monstruo de colores, jugando con las emociones

• Fabricante: Devir Iberia
• Categoría: Juego de reglas.
• Edad recomendada: +3.
• Nº jugadores: de 2 a 5
• Tiempo de juego: entre 15 y 20 minutos.
• Autores: Josep M. Allué y Dani Gómez en colaboración con Anna Llenas

Capacidades que potencia

• Actividad cooperativa 
• Atención
• Memoria
• Vocabulario
• Expresión de emociones

El Monstruo de colores se ha hecho un lío con sus emociones. ¡¡¡Lo encontraréis hecho un lío!!! ¿Vamos a su rescate? Para conseguir desenredar el lío del Monstruo necesitaremos conocer bien las emociones que sentimos. El juego nos propone 6 emociones: la tristeza de color azul, la rabia de color rojo, el miedo a color negro, la alegría de color amarillo, la calma de color verde y el amor de color rosa.

Para jugar tenemos un mostrador, un dado, 5 fichas, una del color de cada emoción, a excepción del amor, 8 botes donde ordenarlas, la ficha de Nuna, una niña que ayudará al Monstruo y también a nosotros. Sí, habéis oído bien. Tenemos 6 emociones y 8 botes, uno para cada emoción, menos para el amor que no tiene ningún bote. Las tres restantes son botes donde las emociones están mezcladas, ¡Son los botes lío!

Se trata de un juego cooperativo donde el objetivo es conseguir, entre todos los participantes, poner cada emoción en su bote correspondiente antes de que aparezcan los tres botes lío.

Avanzamos por el mostrador con el dado. Nos puede salir un 1 o un 2, entonces avanzaremos una o dos emociones. En la emoción que caigamos deberemos explicar algo que nos haga sentir aquella emoción. Por ejemplo, si caemos en el color amarillo, le explicaremos al Monstruo algo que nos haga sentir alegres. Entonces, cogeremos la ficha e intentaremos ponerla en su bote. ¿Pero cuál será? Habrá que fijarse bien para ir recordando qué color es el de cada bote.

Si acertamos, metemos la ficha dentro y ya quedará al descubierto el color de ese bote. Si no acertamos tendremos que devolver la ficha al tablero. Pero atención, si nos equivocamos y giramos un bote lío, éste quedará tumbado y si giramos los tres antes de colocar cada emoción en su bote, entonces habremos perdido la perdida. Nuna nos ayudará. Cada vez que nos la encontramos devolverá un bote lío a su posición inicial, dándonos así más tiempo para terminar la partida.

Para saber más

El juego está inspirado en el cuento del mismo nombre escrito por Anna Llenas. Han sido Josep M. Allué y Dani Gómez los encargados de dar al libro forma de juego y lo han hecho con la imprescindible colaboración de la autora. Las ilustraciones, como en el libro, son estéticamente preciosas y divertidas, y la edición se ha realizado con mucho cariño. Destacan especialmente las figuras del Monstruo y de Nuna hechas en madera y de un tamaño perfecto para las manos de los más pequeños. Se ha editado ya en más de 10 idiomas. Todo un recuerdo por un juego infantil.

Valores educativos y de salud

Como habéis podido ver en la descripción, El Monstruo de colores destaca especialmente por su aproximación a las emociones, donde los niños y adultos que jugamos tendremos que compartir aquellas cosas que nos ponen alegres o que nos dan mucha rabia o que nos ayudan a estar calmados y tranquilos. No se trata de definir la emoción sino de relacionarla con algo nuestro, lo que lo hace muy significativo.

Aprender a poner palabras a lo que sentimos nos ayuda a evolucionar y a tener una mejor comunicación con las personas que nos rodean. Si sé cómo me siento y puedo ponerle voz, puedo comunicarlo y que se me entienda más fácilmente. Me ayudará a desbloquearme y poder gestionar cada emoción. Identificando las emociones, ayudaremos a los niños a ir alcanzando un buen lenguaje y conexión interior en este ámbito.

Contribuye así a conocernos mejor y conocer mejor a los demás facilitando vínculos familiares de comprensión y empatía, hecho que también se ve reforzado al tratarse de un juego cooperativo, en el que todos tenemos el mismo objetivo y trabajamos conjuntamente para llegar a él.

Como en todos los juegos de mesa, será necesario prestar mucha atención para saber qué es lo que está pasando y qué explican las demás jugadoras sobre sus emociones. La escucha activa y la atención a los demás es uno de los puntos fuertes de esta propuesta.