La llegada de la señora Ardilla

A todos los habitantes del bosque les resulta extraño la llegada de la nueva vecina. ¿Qué hace una vieja Ardilla cambiando de hogar a su edad? ¿Le habrá pasado algo?
Lo cierto es que la señora Ardilla está mayor, y construir su nuevo nido le está costando mucho trabajo. Le duele la espalda de cargar con el peso de las ramitas y subir hasta lo alto del árbol donde vivirá es cansado y tedioso.
Lo más razonable sería que alguno de sus nuevos vecinos, como la coneja, el petirrojo o el corzo, le ayuden a construirla, pero todo el mundo parece estar muy ocupado con sus propios asuntos.
La señora Ardilla comienza a darse cuenta de que en este bosque no se sentirá tan querida como en su viejo hogar. Los otros animales son muy poco hospitalarios y no se ayudan los unos a los otros cuando hay problemas, ni se alegran ni celebran las alegrías de sus vecinos.
Sin embargo, todo está a punto de cambiar ante la llegada de un gran peligro para el bosque. Esta amenaza pondrá a prueba la capacidad de cooperación y solidaridad de todos los habitantes del lugar.
- Texto: Mireia Vidal
- Ilustraciones: Maria Gambús