Jugar con muñecos, el juego por excelencia que ayuda a revivir situaciones y a recrearlas de forma sana y enriquecedora

Imitando las acciones más cotidianas de su entorno, los niños van aprendiendo a vivir. Tan pronto barren, como juegan a cocinar, como se ponen a cuidar a su muñeca o muñeco… Ahora ejercen el rol de padre o madre, ahora el de médico…, y en un rato son profesores… y más delante… ¿quién sabe qué se les ocurrirá?
- Categoría: Juego simbólico
- Edad: se inicia a partir de los 2 años y es la actividad lúdica por excelencia hasta los 7 años. Después se convierte en más emocional y sigue con más o menos intensidad dependiendo de cada niño o niña.
- Nº jugadores: Al principio, es importante que los padres estimulen este tipo de juego. Los niños pueden jugar solos y progresivamente lo harán acompañados a medida que aprendan a compartir la acción de jugar.
- Tiempo de Juego: Variable, tanto como los niños deseen o hasta que se cansen.
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Jugar a muñecas o muñecos forma parte del desarrollo de los niños desde pequeños. Empieza a través de la imitación de acciones separadas y sin ninguna vinculación ni secuencia lógica para, poco a poco, incorporar un argumento, asumiendo el rol de padre o madre, profesor, médico… Los muñecos y muñecas pueden ser los mismos, pero los niños cambian su uso, elaborando situaciones cada vez más complejas y enriquecedoras.
Este juego les permite:
- Perfeccionar sus movimientos, ya que necesitan reproducir conscientemente unas acciones determinadas.
- Conocer su entorno más cercano para hacerlo suyo, supeditándolo al servicio de sus necesidades cognitivas y afectivas.
- Aprender a conocerse a sí mismos y a potenciar su autonomía personal, expresándose según su comprensión, conocimientos y vivencia interna.
- Construir su autoestima y percepción de sí mismos, a través de la interacción con los padres y el grupo de iguales.
- Revivir conflictos de forma controlada, convirtiendo en placentero lo que antes era desagradable.
- Desarrollar el lenguaje desde todas sus facetas: comunicación, expresión y comprensión.
Valores educativos
El juego de “hacer como si…” con muñecos y muñecas ayuda a los niños a entender, interpretar, transformar y expresar la realidad que les rodea, dando paso a revivir situaciones y a recrearlas de forma sana y enriquecedora; éstas, cada vez, serán más complejas.
Los niños imaginan y representan el mundo de los adultos transformándolo según sus necesidades, ya sea para canalizar su imaginación, sus deseos o su creatividad: es así como la caja de cartón puede ser, en un momento determinado, una casa, después un coche, o en un rato la cuna de un muñeco.
También permite resolver los miedos e inquietudes, los gustos o los conflictos afectivos: como por ejemplo, cuando riñen a la muñeca porque no quiere comerse la sopa, o al contrario, cuando le permiten que no se la coma y no pasa nada.
De este modo, pueden expresar los sentimientos que aún no saben comunicar con palabras.
Así pues, este periodo de juego es fundamental para el desarrollo del lenguaje, para potenciar la creatividad y la imaginación y para poner en juego la expresión de sentimientos y emociones favoreciendo la actividad social de los niños.
- Cuándo jugar: se puede jugar en cualquier momento y en cualquier parte.
- Cómo compartir: Al principio, los niños más pequeños juegan uno al lado del otro sin saber cómo compartir, pero a medida que gana terreno el lenguaje, el juego de roles se convierte en una actividad clave para la socialización, asumiendo cada uno de los participantes un rol diferenciado para poder jugar en grupo. El adulto, en esta etapa, debería tener un papel clave como estimulador de este tipo de juego, acompañando al niño y ofreciéndole vivencias estimulantes.
- Dónde y cómo guardarlo: las muñecas y muñecos como más cerca mejor; ellos ocupan el espacio de los niños. Podemos encontrarlos en los lugares más inverosímiles o más corrientes: encima de la cama, en la bañera, en la mochila…, eso sí, ¡siempre bien cuidados!
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Fuente imagen: http://www.makeit-loveit.com/