¡Este año sí!

¡Este año sí!
30/01/2012
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Eva Santana

¿Por qué no hacer un esfuerzo para portarse mejor, como propósito de año nuevo? En este cuento, Miquel reflexiona sobre las dificultades a las que tiene que enfrentarse para hacer realidad sus objetivos para el año 2012. No sólo las suyas, sino también las de sus padres... ¿Por qué es tan complicado, a pesar de la buena voluntad?
¡Ya volvemos a estar a principios de año!

Miquel, como siempre, coge una hoja de papel en blanco y decide hacer una lista de todo aquello que le gustaría hacer este año.

Escribe el título. Este año sí, se titula. Así, en mayúsculas y subrayado:

ESTE AÑO SÍ

(Y debajo empieza a escribir todo lo que este año sí hará:)

  1. Estudiaré un poco cada día.
  2. No me quejaré cuando haya verdura para cenar.
  3. Comeré fruta.
  4. No me pelearé con mi hermana.
  5. Pediré a mis padres que me apunten a hacer deporte.
  6. Cuando llegue a casa haré los deberes antes de mirar la tele.
  7. No me voy reír de Jordi en clase, aunque esté gordo y no pueda saltar.
  8. No contestaré a mis padres.
  9. Haré caso a la primera, y no haré que ver no oigo, que hace que mi madre se ponga histérica y empiece a chillar (¡aunque es tan divertido!).

Siempre que empezaba el año le venía aquella especie de mala conciencia, porque los Reyes siempre se portaban tan bien con él, y él… Él sabía que quizá no había hecho todo lo que le pedían.

Este año es un año mayor, y como cada año, ¡ahora sí que lo cumplirá! “¿Qué pasó con los propósitos del año anterior?”, le viene a la cabeza de golpe. Busca la lista en el lugar donde guarda las cosas importantes, una pequeña caja fuerte con combinación de seguridad que le regaló su abuelo cuando cumplió los 10 años.

“Toma”, le dijo, “ahora ya eres mayor y necesitas un lugar para guardar tus secretos”.

Y allí encuentra la carta de buenos propósitos del año anterior.

ESTE AÑO SÍ, pone en el título. “¡Vaya!”, piensa Miquel, “¡qué original!”

Y lee lo que pone a continuación. “¡Pero si he escrito lo mismo que el año pasado!” Entonces se para a pensar qué cosas de la lista ha cumplido. Hombre, algunas sí... Alguna vez... si le apetecía... Pero todas todas.... no, todas todas, no. Ni ninguna de ellas, siempre. Sólo alguna y alguna vez. ¡Quizás este año se debería esforzar un poco más!

¡Y es que es muy extraño, lo que le pasa! Miquel sabe perfectamente qué debe hacer para que su madre no se ponga histérica, para que su padre no masculle, para no molestar a su hermana. Ya lo sabe, él, ya, ¡cuándo está haciendo algo que traerá cola! ¡Pero a veces, es tan difícil resistirse! Es tan difícil no hurgar a Gemma cuando su madre le hace las coletas y no decirle que ¡parece un mono con colas! Es tan difícil comerse la verdura sin rechistar, y sobre todo, sobre todo, es tan difícil hacer los deberes cada día y no pensar aquello de "¡ya lo haré después!".

Le tendrá que preguntar a su madre o a su padre si a ellos también les cuesta tanto hacer cada cosa cuando toca. La madre siempre dice "A partir de ahora cuidaré un poco la dieta", y el padre siempre dice "¡Este mes me apunto al gimnasio!" Pero él no ve nunca que ninguno de los dos lo haga... Quizás sí que hacer cada cosa cuando toca, aunque sepas cuál es la forma correcta de hacerlo, es tan complicado y hay que tener tanta voluntad que ¡muy poca gente lo acaba haciendo! Pero como dice la abuela, lo más importante es saber cómo es hacerlo bien y el resto... ¡el resto ya vendrá! ¡Quizás este año, sí! ¡Aunque sea sólo una o dos cosas!