Crayon rocks, colores para pintar y aprender a escribir
Se trata de una buena herramienta para ayudar a los niños a coger el lápiz correctamente para el aprendizaje posterior de la escritura. ¿No te lo crees? ¡Pruébalo!
¿Quieres conocer un producto seguro y respetuoso con el medio ambiente? Los Crayon Rocks son una alternativa al lápiz de cera de colores tradicional; se trata de una buena herramienta para ayudar a los niños a coger el lápiz correctamente para el aprendizaje posterior de la escritura. ¿No te lo crees? ¡Pruébalo!
Fabricante: Crayon Rocks. Importado por DIDACMANIA
Creadora: Barbara Lee
Categoría: Joc Simbòlic. Art i manualitats.
Edad: A partir de los 3 años. (las medidas no se adecuan a niños más pequeños)
Nº jugadores: Se puede jugar solo o acompañado, según el entorno y la actividad del momento
Tiempo de juego: No hay un tiempo determinado para hacer uso de este material.
Capacidades que potencia:
Motricidad fina
Creativdad
Imaginación
Expresión de emociones
Actividad Individual/Asociativa
Saber más
Estos colores han sido diseñados de forma precisa para que los niños desarrollen la prensión del lápiz con 3 dedos en forma de trípode y fortalezcan los músculos de la prensión. De este modo se favorece la adquisición de la habilidad y la agilidad necesarias para una correcta escritura, sin incidencias atribuidas a posiciones incorrectas, tales como: coger el lápiz con el puño o cruzar el pulgar por encima del lápiz.
Los Crayon Rocks están fabricado en los EEUU con un material renovable, a base de aceite de soja natural, ecológico y sin ftalatos dado que no interviene ningún tipo de plástico. Los colores se consiguen a partir de pigmentos minerales naturales.
Sus características principales son:
Los colores son suaves pero con un acabado brillante
Se pueden superponer y mezclar creando nuevas combinaciones y matices.
Se pueden utilizar para colorear amplias franjas de color o bien para crear contornos y detalles de un dibujo, donde se requiere dibujar líneas finas.
Los niños pueden pulsar sin riesgo de que se rompan
No son tóxicos hasta el punto de que ¡su propaganda dice que se pueden comer!
No manchan la ropa, ni dejan ningún rastro
Sirven para niños diestros y también zurdos
Valores educativos y de salud
A nivel pedagógico los Crayon Rocks son una maravillosa herramienta para el desarrollo de la psicomotricidad fina; es decir el aprendizaje de los movimientos más pequeños y precisos que hacemos con las manos y en particular con los dedos para aprender a usar el lápiz. Estos movimientos a veces no se producen de forma natural y se han de ejercitar y corregir para llegar a hacerlo correctamente y de forma mecánica.
Los Crayon Rocks también se han testado con niños con diferentes problemáticas de aprendizaje y necesidades especiales, dando unos resultados extraordinarios. Así pues pueden afirmar que también son útiles con fines terapéuticos.
Finalmente apuntaremos que los Crayon Rocks facilitan la expresión creativa y la inventiva por su versatilidad y ductilidad.
Cuándo jugar: se pueden utilizar siempre y en cualquier circunstancia, incluso en situación de enfermedad y reposo. Sólo se requiere una superficie lisa y plana.
Cómo compartir el juego: indicado para jugar solo o acompañado. Es apto para crear complicidades entre padres e hijos, terapeuta y paciente, maestra y alumnos.
Dónde y cómo guardarlo: se presenta en diferentes formatos, desde una bolsa de algodón con 8 colores hasta una caja de madera que contiene 64 colores. No cuesta mantenerlos ordenados si se guardan dentro del contenedor de origen.
Esta información es de carácter divulgativo y no sustituye la tarea de los equipos profesionales de la salud. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con tu profesional de referencia.
El juego es un aspecto esencial del desarrollo infantil. Los juguetes son recursos muy útiles para estimular el juego de los niños, pero en el momento de escogerlos debe protegerse la salud y la seguridad de los más pequeños siguiendo unas sencillas recomendaciones.
Durante el primer año de vida, el niño juega explorando e interactúa con el mundo que le rodea con los cinco sentidos para comprenderlo. La mayor parte de su juego consiste en coger objetos y ponérselos en la boca, agitarlos, golpearlos o tirarlos.
Si cuando tu hijo era un bebé ya lo veías como un pequeño científico utilizando sus cinco sentidos y descubriendo el mundo que le rodea, ahora que tiene entre 1 y 3 años es verdaderamente un gran ingeniero y trata de entender cómo funcionan estos objetos.