Amélie, una película que apela a la búsqueda de los sueños desde la pasión y el esfuerzo

El interés de mostrar esta película a chicos y chicas a partir de 12 años es la reflexión sobre que, más allá de tener sueños y desear que se hagan realidad, hay que entender que sin esfuerzo es poco probable conseguirlo.
- Título: El fabuloso destino de Amélie Poulain
- Dirección: Jean-Pierre Jeunet
- Guión: Guillaume Laurant y Jean-Pierre Jeunet
- Actores: Audrey Tautou, Mathieu Kassovitz, Rufus
- Género: Comedia dramática romántica
- Edad: Todos los públicos
- Temática: luchar por un sueño, el valor de las cosas pequeñas, la solidaridad, la empatía, el sentido de la vida.
En 2001, la actriz Audrey Tautou daba vida a Amélie, uno de los personajes más tiernos y queridos del cine europeo del momento.
Carismática, soñadora, creativa y empática son sólo algunos de los calificativos que definen la muchacha de Montmartre, que encuentra el sentido de su vida cuando descubre que ayudando a la felicidad de los demás también ella es más feliz.
Pero el concepto solidario 'ayudar a los demás' evoluciona dentro de la cabeza de la protagonista a lo largo del filme. Al principio, lo entiende de una manera idealizada más propia de los soñadores. En cambio, al final, cuando lo que se trata es de ayudarse a sí misma, superando miedos e inseguridades para conseguir lo que la haría feliz, es cuando se da cuenta de que hay que poner los pies en el suelo.
Precisamente en esto radica el interés de mostrar el filme a los chicos y chicas a partir de 12 años. Porque si bien es importante tener sueños y creer ciegamente en su realización, es importante también asumir el esfuerzo, a menudo poco tenido en cuenta, que habrá que hacer.
Detrás, pues, de la elección de un sueño hay un elemento a valorar y es la pasión. La pasión es la fuerza con que deseamos algo, un objetivo, una persona. Además, también están las habilidades, que son la forma en que se concretan las acciones que llevaremos a cabo para perseguir un objetivo soñado.
Amélie Poulain es creativa, curiosa, soñadora, atrevida. Son las habilidades que la hacían atractiva a los ojos de Nino Quincampoix, el chico de quien se ha enamorado. Pero también es insegura y tímida, y no acaba de dar el paso para relacionarse con él.
Con el obstáculo de la falta de confianza no contaba Amélie, porque esta es la parte realista del sueño. Finalmente, se sale con la suya cuando se supera a sí misma con esfuerzo, poniendo a prueba la fuerza de la pasión, el deseo por algo.
En resumen, soñar es una práctica maravillosa y necesaria. Educar en la lucha por los sueños desde la pasión y el esfuerzo también, para no caer en la idealización y, después, en la frustración.
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