La mayoría de los atropellos de niños ocurren en zona urbana, en verano y en fin de semana

Niño cruzando por paso peatonal con su padre
Fecha: 
07/02/2012

Los coches son los principales responsables de los atropellos de niños, que tienen lugar mayoritariamente en áreas urbanizadas. Así lo concluye un estudio del servicio de urgencias del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, que aconseja extremar la precaución sobretodo en fin de semana, pero también al final de la jornada escolar.

Introducción y objetivos del estudio

Los accidentes de tráfico constituyen la novena causa de enfermedad en el mundo, la sexta causa en Europa y la segunda causa no intencional asociada a muerte entre los 5 y los 14 años. En 2005, España registró el peor índice de muertes de peatones entre 10 países de la Unión Europea. A partir de 2008 la mortalidad disminuyó, pero aun así los atropellos continuaron ocupando el tercer lugar como causa de muerte.

El peatón en general constituye el usuario más vulnerable. Los niños en especial resultan más susceptibles de sufrir un atropello debido a su característica impulsividad, sus carencias cognitivas y sensoriales y a las actividades al aire libre que realizan a menudo. La finalidad del presente estudio es describir el perfil del niño atropellado visitado en un Servicio de Urgencias Pediátrico (SUP) y analizar las circunstancias que rodearon los atropellos.

Se revisaron las historias clínicas informatizadas y los partes de accidente de los menores de 18 años atropellados entre febrero de 2005 y junio de 2006, posteriormente visitados en el Servicio de Urgencias Pediátrico del Hospital Universitari Sant Joan de Déu de Barcelona.

Resultados del estudio

De los 158.423 niños visitados en el SUP durante el período de estudio, 134 casos (0.08%) se debieron a atropellos.

  • La mayoría (62%) eran varones con una mediana de edad establecida en 8,8 años.
  • El 94,1% fueron atropellados principalmente en zona urbana (94%), por automóviles (78%), durante la época estival (32,1%) y más frecuentemente entre las 17 y 20 horas (45,8%).
  • El 97% de los niños resultó lesionado y aunque en el 91% de los casos las lesiones fueron de carácter leve, hubo un 4% que resultó gravemente herido, un 24% requirió hospitalización y un 1.5% falleció.
  • Las lesiones más frecuentes fueron las contusiones (67.2%) localizadas principalmente en las extremidades (70,1%) y en el cráneo (37%).

Conclusiones

La prevalencia del sexo masculino es un hecho ya reportado por otros autores (Peden et al: 24% más de muertes por lesiones no intencionales en varones) y la National Highway and Transportation Safety Administration (63% de prevalencia masculina y el doble de mortalidad).

El predominio del área urbana encontrado por este estudio (94%) se refleja también en otras series. Los residentes de áreas urbanas están expuestos a un riesgo 5 veces superior, y el riesgo de mortalidad es el doble que en otras zonas.

La mayoría de atropellos sucedieron en verano, durante la tarde (17-20 h) y casi la mitad en fin de semana. El viernes resultó el día de mayor prevalencia en consonancia con series similares. Por ello, la prevención no debería limitarse exclusivamente al año escolar y los servicios de urgencia deberían garantizar un equipo médico capacitado inclusive en vacaciones.

Si bien los atropellos representaron un motivo de consulta poco frecuente, los datos resultan suficientes para concluir que la información obtenida en el SUP ayuda a definir el perfil y las lesiones esperables en un niño atropellado. Destaca el hecho de que aunque la mayoría de las lesiones fueron de carácter leve, las áreas vitales corrían riesgo frecuentemente. Analizando las circunstancias relacionadas a los atropellos, parece razonable reforzar las medidas de prevención hacia el final de las jornadas escolar y laboral próximas al fin de semana, especialmente durante el transcurso de la temporada estival.

Referencia bibliográfica:

TORRE N., et al: Análisis de una serie de 134 niños atropellados por vehículos a motor procedente de un servicio de urgencias pediátrico. Emergencias. 2011 [acceso a 7 de febrero de 2012]; 23: 468-470.