¿Por qué son tan importantes los mimos?

Los mimos son la principal alimentación afectiva que necesitan recibir los niños desde recién nacidos hasta lo largo de toda su vida.
Un niño atendido con amor, afecto y mimos diarios es un niño que se siente feliz.
La autoestima infantil
La autoestima infantil es la estima que el niño se tiene a sí mismo, es decir, los sentimientos que tiene hacia él mismo y cómo él valora sus propios logros y también sus limitaciones. Un niño que se quiere a sí mismo es un niño que sabe que puede convertir sus miedos e inseguridades en confianza y seguridad superando así sus frustraciones y limitaciones.
Para que un niño aprenda a querese a sí mismo tal y como es, necesita de unos padres que se lo enseñen con mensajes positivos, amorosos y llenos de mimos con contacto físico, que le hagan sentirse querido en todo su ser con sus virtudes y debilidades.
Llenar de mimos a los hijos no implica que dejemos de ofrecerles pautas de comportamiento o límites, pues ofrecer normas también es una forma de amar. Y la combinación de ambos: amor con mimos y amor con límites claros ayuda al niño pequeño a crecer con una buena guía interna.
No es lo mismo mimar que consentir
No hay que poner freno a los mimos que ofrecemos a los niños pequeños, ni a su gran variedad de tipos de mimos.
No es para nada contraproducente, y no convertirá al niño en consentido o malcriado ni caprichoso si los padres del niño le ofrecen también pautas de comportamiento y pautas claras. Un niño mimado es un niño querido con mimos y normas.
Los besos lo curan todo
Claro que no curan el virus que creó una enfermedad, o no cicatrizan la piel ante una caída, pero sí ofrecen bienestar emocional pues consuelan, calman, alivian el dolor o el miedo que el niño ha podido sentir. Y si estos besos y mimos vienen del padre o madre del niño, ¡mucho mejor! Los besos pues, curan todo lo referente al mundo emocional.
![]() |
Cristina García Pedagoga, Terapeuta infantil, Orientadora familiar, fundadora de Edúkame |