¿Por qué son tan importantes los mimos?

23/10/2013

Los mimos son la principal alimentación afectiva que necesitan recibir los niños desde recién nacidos hasta lo largo de toda su vida.

Un niño atendido con amor, afecto y mimos diarios es un niño que se siente feliz.  

La autoestima infantil

La autoestima infantil es la estima que el niño se tiene a sí mismo, es decir, los sentimientos que tiene hacia él mismo y cómo él valora sus propios logros y también sus limitaciones. Un niño que se quiere a sí mismo es un niño que sabe que puede convertir sus miedos e inseguridades en confianza y seguridad superando así sus frustraciones y limitaciones.

Para que un niño aprenda a querese a sí mismo tal y como es, necesita de unos padres que se lo enseñen con mensajes positivos, amorosos y llenos de mimos con contacto físico, que le hagan sentirse querido en todo su ser con sus virtudes y debilidades.

Llenar de mimos a los hijos no implica que dejemos de ofrecerles pautas de comportamiento o límites, pues ofrecer normas también es una forma de amar. Y la combinación de ambos: amor con mimos y amor con límites claros ayuda al niño pequeño a crecer con una buena guía interna.

No es lo mismo mimar que consentir

No hay que poner freno a los mimos que ofrecemos a los niños pequeños, ni a su gran variedad de tipos de mimos.

No es para nada contraproducente, y no convertirá al niño en consentido o malcriado ni caprichoso si los padres del niño le ofrecen también pautas de comportamiento y pautas claras. Un niño mimado es un niño querido con mimos y normas.

Los besos lo curan todo

Claro que no curan el virus que creó una enfermedad, o no cicatrizan la piel ante una caída, pero sí ofrecen bienestar emocional pues consuelan, calman, alivian el dolor o el miedo que el niño ha podido sentir. Y si estos besos y mimos vienen del padre o madre del niño, ¡mucho mejor! Los besos pues, curan todo lo referente al mundo emocional.

Cristina García

Pedagoga, Terapeuta infantil, Orientadora familiar, fundadora de Edúkame

Edúkame