No dejes que se apague la creatividad en tus hijos

La creatividad es uno de los elementos que más se valoran en el mundo actual.
Todos los expertos coinciden en que se trata de una actitud que debe incentivarse desde la infancia, por medio de la imaginación.
La imaginación equivale a percibir mentalmente algo que en realidad no está presente. No obstante, cabe recordar que hoy día está demostrado que la imaginación se apoya en elementos ya percibidos por el niño, es decir, en fragmentos del mundo real.
También se considera probado que los sentimientos influyen en la imaginación, del mismo modo que ella también influye en los sentimientos. Además, es importante que tengamos en cuenta que la imaginación, a pesar de que es libre, tiene su lógica interna.
Es muy positivo permitir que los niños desarrollen la imaginación sin demasiadas limitaciones, y permitir que creen su propia lógica interna, sin abordarles con una dosis excesiva de racionalidad o de realismo. Cabe mencionar que, en la edad preescolar, los niños están empezando el pleno desarrollo del lenguaje verbal, interactúan con los símbolos culturales por primera vez y, además, se autorregulan. Es decir, pueden planificar sus propias acciones mediante la imaginación de acciones futuras.
Existen muchas actividades adecuadas para potenciar la imaginación y la creatividad. La narración de historias inventadas, o la modificación de algunas de las que ya existen, es una de ellas, pero no la única. Los juegos pueden ayudar a los niños a interpretar el papel de otros personajes. Ello puede incluir juguetes, especialmente aquellos que impliquen construir algo a partir de cero. Además, las actividades artísticas, como el dibujo, la pintura o la música, pueden estimular de forma importante estas capacidades.
A pesar de ello, y en opinión de algunos expertos, como por ejemplo Ken Robinson, la escuela tal y como está planteada actualmente no favorece la creatividad. Según este especialista, considerado uno de los más importantes en la materia, los niños poseen una tendencia natural a arriesgarse, sin temor a la equivocación. Sin embargo, en la educación moderna, son los adultos los que penalizan los errores. Asimismo, apunta que según diversos estudios los niños acaban volviéndose más inflexibles con el paso del tiempo a causa de esa mentalidad. Es en los exámenes cuando puede verse especialmente dicha rigidez. Los docentes esperan respuestas determinadas y ajustadas a lo que se dice en los libros de texto.
Referencias bibliográficas:
¿La escuela mata la creatividad? La Vanguardia, 2013 [accés: 9 de juny de 2013].
Volar con las alas de la imaginación infantil Crearmundos, 2013 [accés: 6 de juny de 2013].
Aprendizaje y desarrollo de los niños en edad preescolar desde la perspectiva de Vygotsky Movilización educativa, 2013 [accés: 6 de juny de 2013].