¿Debo preocuparme si la pubertad llega antes de lo esperado?

Las estadísticas lo indican claramente: la pubertad llega cada vez antes en las niñas. Así, tanto en Europa como en Estados Unidos, comienza a considerarse normal que los primeros signos de madurez sexual aparezcan alrededor de los nueve años. A pesar de que en muchos casos esto no trae problemas, es importante controlar los síntomas de pubertad precoz, para evitar que haya problemas mayores en el futuro.
El primer indicio de la pubertad suele ser la aparición del botón mamario, es decir, una ligera elevación de la mama y el pezón en forma de montículo. Es reconocible porque va acompañado de un aumento de la sensibilidad de la zona, y en ocasiones puede incluso ser un poco doloroso. Desde este primer signo hasta la primera menstruación suelen pasar unos 2,5 años de media, aunque es variable. De hecho, se ha comprobado que en niñas con antecedente de bajo peso al nacer este período tiende a abreviarse.
Como directriz general, el promedio de la aparición de la pubertad se sitúa alrededor de los 12,7 años. Puede considerarse que esta es precoz si empiezan a aparecer los primeros rasgos sexuales alrededor de los ocho años. La pubertad se clasifica en dos tipos:
- Central (o GnRH-dependiente*): Es la que aparece en el 90 % de los casos. Comienza con un desarrollo mamario muy acelerado, acompañado a veces de vello público. La primera menstruación no se produce hasta que los pechos están ya muy desarrollados.
- Periférica (o GnRH-independiente): Es minoritaria, aunque los síntomas son algo más aparatosos. Se caracteriza por un desarrollo mamario muy acelerado, que puede ir acompañado de sangrado vaginal frecuente. Precisa control médico, para evitar que se produzcan anemias u otras anomalías.
En la mayoría de casos, los síntomas no son preocupantes, pero ello no significa que no necesiten tratamiento. El especialista (generalmente un endocrinólogo pediátrico) deberá indicar si la niña afectada debe o no seguir algún tratamiento, mediante fármacos u otras herramientas, en función de la gravedad del caso.
Algunas niñas pueden presentar pubarquía precoz. Consiste en la aparición de vello en el pubis y en los labios mayores, poco después de los cinco años, que puede ir acompañada de la aparición de vello axilar. Precisa de seguimiento médico, especialmente si la niña presentó bajo peso al nacer, ya que se ha observado que puede ir acompañada de otros trastornos en la adolescencia, como por ejemplo el síndrome de ovario poliquístico. El seguimiento médico debe mantenerse hasta tres años después del fin de la pubertad.
Otro trastorno de este tipo es la telarquía precoz, un crecimiento de los pechos antes de lo normal. Se da incluso antes que los anteriores, durante los dos primeros años de vida, aunque sin embargo muy pocos casos precisan de tratamiento. La mama no llega a desarrollarse del todo, ni el pezón adquiere la correspondiente pigmentación.
¿Cuáles son las causas?
Entre las principales razones de este adelanto se encuentran el sobrepeso, la obesidad y la presencia de ciertas sustancias tóxicas en el ambiente que pueden desencadenar esta enfermedad en los menores.
También se puede deber a consecuencia de tumores o crecimientos de los ovarios, las glándulas adrenales, la glándula pituitaria o el cerebro. Otras causas pueden ser anomalías del sistema nervioso central, antecedentes familiares de la enfermedad o ciertos síndromes genéticos poco comunes. En muchos casos, no se puede determinar la causa del trastorno.
Para prevenir el adelanto puberal, se aconseja controlar la alimentación para que sea «lo más natural posible» y se aconseja que padres y profesionales «estén pendientes» de los cambios que se producen en sus hijos, ya que la pubertad precoz «es un problema que hay que tratar» y cuanto antes se detecte, mayores beneficios tendrá para los niños a largo plazo.
Referencias bibliográficas
Ibáñez Toda, L. Hospital Sant Joan de Déu. Pubertad precoz y adelantada en niñas. Mesa redonda: “Endocrinología”. 7º Curso de Actualización en Pediatría 2010, 4 de febrero de 2010 [acceso: 15 de mayo de 2013].
*GnRH: Hormona liberadora de gonadotropina