Uno de cada cuatro niños de 3 a 10 años toma bebidas energéticas habitualmente

02/07/2021

Uno de cada cuatro niños de entre tres y diez años consume bebidas energéticas habitualmente. En concreto, lo hace el 26%, mientras que en el caso de los adolescentes el porcentaje se dispara hasta el 62%, a menudo para aguantar despierto para estudiar de noche en épocas de exámenes o, sencillamente, para jugar más tiempo con videojuegos.

Estos son algunos de los resultados de una encuesta de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), que muestra que el consumo de bebidas energéticas ha crecido de manera "muy importante".

La AESAN lo considera preocupante por el riesgo para la salud que supone la alta concentración de cafeína y azúcar, y se plantea cambios legislativos para impedir su consumo entre los menores.

"Refrescos" que son un peligro

Las bebidas energéticas no son refrescos, aunque la mayoría de veces se vendan y consuman como tales al no existir ninguna regulación que ponga límites a la comercialización y publicidad de este producto.

El ingrediente principal de estas bebidas es la cafeína, así que lo que se debate en este caso es un problema de salud. Un consumo elevado de este estimulante puede tener consecuencias, principalmente entre los niños. El estudio de la AESAN alerta de que "una persona que tome más de 1,4 miligramos de cafeína por kilo de peso al día puede sufrir insomnio, pero si el consumo aumenta a 3 miligramos puede conllevar riesgos cardiovasculares y hematológicos, así como ansiedad y obesidad", revela Carmen Rubio, directora del estudio.

Ingesta aconsejada

¿Pero cómo se calcula la ingesta recomendada? Cada 100 mililitros de estas bebidas energéticas contienen 32 miligramos de cafeína. El estudio de AESAN recomienda, por tanto, que los niños de 11 a 13 años no deberían consumir al día más de 200 mililitros (esto es menos de una lata), mientras que para los adolescentes de 14 a 17 la ingesta aconsejada es de 250 mililitros y un máximo de 300 para los adultos. O dicho de otro modo, una persona que pesa entre 60 y 70 kilos debería limitar el consumo de bebidas energéticas a un máximo de 250 mililitros por día.

Legislación para regular su consumo

El principal inconveniente en la relación de los menores con las bebidas energéticas es que no están recogidas expresamente en la legislación vigente. El Ministerio de Consumo estudia una regulación específica para estos productos, y el ministro de Consumo, Alberto Garzón, que ha presentado el estudio de la AESAN, ha querido remarcar que "estamos hablando de unas edades en las que no deberían tener acceso a este tipo de productos, por su naturaleza y composición".

Por ello, el informe recomienda que se establezca una definición específica del producto así como la descripción de los ingredientes que pueden incluir, la concentración máxima y las posibles combinaciones.

También se aconseja que se establezca un límite de consumo en función del peso de la persona. Además, propone que la etiqueta de las bebidas energéticas explique claramente la cantidad total de cafeína procedente de los diversos ingredientes.

También alerta del riesgo para los menores y para las embarazadas y lactantes que suponen algunos ingredientes de estas bebidas, como el ginseng.

El ministro Garzón es consciente de que la cruzada iniciada desde su ministerio para poner límite al consumo de estas bebidas -asociadas, muchas veces al rendimiento deportivo, como complemento para estudiar o alargar la noche, cuando se mezclan con alcohol- no será tarea fácil.

Acceso a las fuentes de consulta:

Alerten que 1 de cada 4 infants de 3 a 10 anys pren begudes energètiques habitualment. TV3. 2021.

El 25% de niños entre 3 y 10 años consume bebidas energéticas. La Vanguardia. 2021.