Niños distraídos en la era digital: cómo trabajar su capacidad de concentración

Existen las distracciones que ellos eligen (programas de televisión, videojuegos, chats, etc) y las distracciones que reciben sin que ellos intervengan (notificaciones de aplicaciones, familiares hablando por teléfono en la habitación contigua, mensajes de texto, etc).
Lo cierto es que imaginar un niño que tenga unas horas para leer o trabajar en sus tareas sin recibir constantes interrupciones, parece una quimera propia de otra época.
Casi todos estamos inmersos en nuestros teléfonos inteligentes y nuestras tabletas. Las familias nos encontramos en el salón ante múltiples pantallas que ofrecen entretenimiento y nos obligan a interactuar con un "click", deslizando el dedo, pulsante, ampliando, arrastrando, cargando, descargando, compartiendo, capturando, bloqueando...
La oferta de distracciones es cada vez mayor y, más que nunca, se impone la necesidad de reflexionar sobre la distracción de la tecnología para aprender a maximizar los beneficios, al tiempo que reducimos los riesgos que implican su uso.
Los peligros de la distracción
Chris Bailey, autor del libro: "Hyperfocus: How to be More Productive in a World of Distraction" escribió que el problema consiste en que nuestro cerebro está predispuesto a la distracción. En consecuencia, nuestro espacio de atención se llena constantemente, lo que desacelera nuestro ritmo de trabajo.
Para tener una idea de cómo ayudar a los niños a mejorar su función ejecutiva y construir su capacidad de concentración, Kathy Hirsh-Pasek y Claire Cameron, dos de los autores de la investigación Brookings, recomiendan utilizar el tiempo de pantalla con criterio.
Para los niños de 2 a 5 años, la Academia Americana de Pediatría recomienda no más de una hora al día de programación de "alta calidad". El ritmo frenético de muchos dibujos animados dificulta la concentración de los niños, por lo que son recomendables progamas como Sesam street.
Para los niños mayores, la limitación de mensajes de texto, la navegación, el chat y el juego online puede ser difícil, especialmente cuando tienen sus propios teléfonos inteligentes. Pero los padres aún pueden establecer límites. El Dr. Hirsh-Pasek, profesor de psicología de la Universidad de Temple, recomienda designar un tiempo libre de pantalla, como la hora de la cena, tanto para niños como para adultos, y evitar el teléfono durante las horas de trabajo.
La protección de los niños en la era digital, una responsabilidad social
Como sociedad debemos trabajar para asegurarnos de que invertimos tiempo y recursos para crear una generación de niños inteligentes, seguros y responsables, capaces de pensar a pesar de las distracciones de sus teléfonos.
7 consejos para ayudar a un niño distraído
Estos sencillos consejos ayudarán a los niños a estar más atentos, y poder centrarse en sus tareas.
- Mantened un ambiente familiar tranquilo. Evitad gritos y conflictos. En caso de no poder evitar perder los nervios, intentad disculparos con vuestro hijo, asegurándoos que entiende que le amáis, pero explicándole que su comportamiento a veces es frustrante.
- Limitad las distracciones de los medios en vuestro hogar. Muchos niños no son tan buenos a la hora de filtrar el ruido como lo son los adultos. Esto significa que tener la televisión mientras vuestro hijo está intentando hacer las tareas de la escuela puede interferir en su capacidad de concentración. Limitad a vuestro hijo una hora de "tiempo de pantalla" al día. Esto significa limitar la televisión, los juegos electrónicos etc. La Academia Americana de Pediatría advierte que la exposición temprana a la televisión se asocia con TDAH en niños. También recomiendan no colocar un televisor en la habitación del niño y que se mantenga la TV apagada cuando no se está viendo un programa específico.
- Comprobad la visión y la audición de vuestro hijo. Si vuestro hijo de repente empieza a tener problemas en la escuela, llevadlo al pediatra para obtener una prueba de visión y audición. A veces, un niño no puede expresar que tiene problemas para ver o escuchar con claridad. En más de una ocasión el profesor de un niño piensa que este puede tener TDAH, cuando el problema real es una miopía.
- Mantened una actitud positiva en presencia de vuestro hijo. No discutáis frente al niño. Sorprendentemente, los niños se preocupan por sus padres tanto como los padres se preocupan por ellos. Aunque la discusión sea banal, en la imaginación vívida del niño puede significar que sus padres se acercan al divorcio.
- Estad realmente presentes con vuestro hijo al menos una vez al día. Dedicad unos minutos cada día a estar centrados al 100% con vuestro hijo: leed un libro, jugad a algún juego de mesa o dibujad juntos. Si prefiere los juegos al aire libre, id parque a jugar.
- Tener reglas claras y aplicarlas de manera coherente. Los padres deben llegar a un acuerdo sobre las normas relativas a sus hijos y deben ser coherentes en el momento de llevarlas a la práctica.
- Animad a vuestro hijo a practicar un deporte para canalizar su energía extra.
Consejos para ayudar a un adolescente
También se recomienda que los niños y niñas practiquen actividades que requieren una concentración sostenida, tales como artes marciales, danza, instrumentos musicales o drama. "Si estás involucrado en una obra de teatro después de la escuela", dice Cameron, "no estás en el teléfono".
Es interesante hacer reflexionar a los adolescentes sobre el uso que hacen de las pantallas. Quizás habría que preguntarles quién manda: ¿el dispositivo o ellos? "Que alguien nos haya enviado un mensaje no significa que debamos responder inmediatamente", dice Cameron. "Si no estás mirando el teléfono, seguramente es porque estás haciendo algo que te gusta más".
Si enseñáis a vuestros hijos a que respondan sus mensajes en bloques, en lugar de enfocar el foco cada vez que la pantalla nos reclama, su autocontrol mejorará.
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