Niños bilingües: oportunidades y falsos mitos

Nens bilingües: oportunitats i falsos mites
19/03/2013

Desde muy pequeños, ya reciben clase de inglés en la escuela. Algunos niños y niñas asisten a colegios donde la lengua vehicular es extranjera: inglés, francés, alemán... la oferta es variada. Educar a los hijos en más de un idioma requiere perseverancia y dedicación, y no es cierto que el bilingüismo sea la causa de trastornos del lenguaje.

En todo caso, los expertos recomiendan a los padres que no se comuniquen con sus hijos en una lengua ajena a la suya propia.

Un estudio del Grupo de Investigación en Neurociencias de la Universidad de Barcelona ha determinado que las personas que dominan dos o más lenguas tienen mayor capacidad de concentración.

Es por ello que la inquietud de muchos padres es conseguir que el niño o la niña alcance se maneje con soltura en otras lenguas lo más pronto posible. ¿Qué factores deben tenerse en cuenta?

El dominio de lenguas se adquiere de forma natural. Orlanda Varela, psiquiatra en una consulta especializada en terapia multilingüe, asegura que los niños no aprenden un idioma señalándoles algo y haciéndoles repetir como se llama el objeto en cuestión. "Para que un niño llegue a ser bilingüe debe escuchar el segundo idioma durante al menos un 20% de su tiempo", asegura.

Para estimular el aprendizaje de una lengua, los padres pueden contemplar las siguientes actividades, entre otras que crean convenientes:

  • Si son pequeños, las canciones, los bailes, los cuentos y todo lo que no sea aprendizaje formal les ayudará a asimilar conceptos. Cuanto más disfrute el niño de las actividades, más asociaciones positivas establecerá con el nuevo idioma.
  • Cuando sean más mayores, ofréceles videojuegos en esta lengua, asiste con ellos a obras de teatro o a conciertos de música.
  • En caso de que el bolsillo lo permita, puedes dejarlos a cargo de un o una canguro que domine el idioma o llévales a que tomen clases de refuerzo en esta lengua.
  • No traduzcas sistemáticamente de una lengua a otra cuando te dirijas a ellos.
  • Si la pareja de padre y madre es mixta, es decir, de orígenes culturales diferentes con idiomas maternos distintos, habituad al niño desde bebé a escuchar las dos lenguas. Los bebés perciben la musicalidad de cada idioma.
  • Viajad y llevadlos de vacaciones a países que tengan esa lengua como idioma propio.

Existe una creencia generalizada de que el bilingüismo acarrea ciertas dificultades en el lenguaje y, justamente, se trata de un falso mito. Puede que los niños bilingües tarden más en hablar, pero no en comprender los conceptos: desde una edad temprana se dan cuenta que tienen dos palabras para referirse a una sola cosa. Es por ello que las personas bilingües establecen más conexiones cerebrales y desarrollan la capacidad de encontrar diversas soluciones a un mismo problema. Esto representa toda una oportunidad para ellos, además de permitirles estudiar o trabajar en otros países o regiones cuando lleguen a ser adultos.

Ahora bien, la obligación de los padres no es que su hijo o hija acabe siendo bilingüe, sino ofrecerles, en la medida de lo posible, oportunidades y herramientas para aprender la lengua, y como no, la riqueza cultural que les repercutirá en su educación en un futuro.

Fuente: El oficio del bilingüismo. El País.