Infección meningocócica: a quién afecta y cómo evitarla

Existen algunas bacterias que pueden provocar enfermedades graves, que denominamos infecciones invasivas. Una de estas bacterias es la meningococo que, fundamentalmente, puede producir sepsis (que es una infección de la sangre) y meningitis (que es una inflamación de las meninges que cubren el cerebro).
¿Qué es el meningococo y cómo se transmite?
Es una bacteria que a menudo se encuentra colonizando las vías respiratorias o la orofaringe de las personas, lo que significa que está, sin provocar enfermedad. En ocasiones pasa a producir alguna de estas infecciones como la sepsis o la meningitis, bien porque la bacteria es más virulenta o porque estamos más débiles. Hay diferentes tipos de meningococos, hasta 12, que se llaman serogrupos. La mayoría de los casos están causados por 6 serogrupos o tipos de meningococo (A,B,C,W,X e Y). A nivel nacional los más frecuentes son el B y el C, pero su incidencia ha disminuido mucho gracias a las vacunas.
El meningococo se transmite por vía respiratoria, a través de las gotitas que expulsamos al toser o estornudar, aunque no es tan fácil contagiarse como cuando hablamos del COVID, la gripe o de un resfriado común. Sobre todo, se contagia en contactos muy cercanos con otras personas infectadas y es por eso que, una vez una persona tiene la enfermedad, se pueden afectar a otros miembros de la familia, o compañeros de la escuela. También la convivencia en lugares con mucha densidad de personas (campamentos, residencias...) favorece ese contagio. Cuanto mayor y más estrecho es el contacto con una persona infectada, más fácil es el contagio. Este es el motivo por el que, cuando existe un caso de infección por meningococo se administra un antibiótico profiláctico a los contactos más cercanos, de esta forma se evita que otras personas desarrollen la enfermedad.
¿Cuáles son los síntomas?
Si la bacteria entra en el organismo se producirá una sintomatología que dependerá de dónde afecte más la bacteria.
Si la infección está en la sangre y hace una sepsis tendremos una sintomatología muy generalizada que suele ser de inicio bastante brusco y a menudo evoluciona rápidamente. Habrá fiebre, a menudo elevada, que suele acompañarse de sensación de cansancio y mucha afectación del estado general. También pueden aparecer manchas en la piel que al principio suelen ser rosadas-rojizas, en tronco y extremidades, y que suelen aumentar en número de forma progresiva y rápida para volverse más violáceas y confluentes formando unas manchas que se llaman petequias (manchas violáceas palpables) o equímosis (manchas como si fueran hematomas). Cuando apretamos la piel, estas manchas no desaparecen, esto nos puede ayudar a identificarlas.
Cuando provoca meningitis, el comienzo de los síntomas suele ser brusco con fiebre, dolor de cabeza y rigidez de la nuca, pudiendo acompañarse de náuseas, vómitos, intolerancia anormal a la luz (fotofobia) y confusión. Ante la presencia de estos síntomas, se debe ir de forma urgente a un centro sanitario.
Las infecciones por meningococo se tratan con antibióticos. Cuando sospechamos de la enfermedad, es importante empezarlos rápidamente para evitar secuelas o la muerte del paciente.
¿A quién afecta?
La enfermedad meningocócica afecta principalmente a los niños menores de un año. El segundo pico de la incidencia de la enfermedad se sitúa entre 1 y 9 años y el tercero, en la adolescencia, de los 15 a los 19 años de edad. En los niños menores de 3 años la enfermedad suele tener un peor pronóstico en cuanto a secuelas y mortalidad.
En el 99% de los casos, la enfermedad se produce en personas sanas, es decir, que no tienen enfermedades previas.
El número de nuevos casos de enfermedad por meningococo en España está disminuyendo progresivamente en los últimos años, este bajón en la incidencia se ha notado especialmente en los últimos 2 años, ya que con la pandemia de COVID19, se han llevado a cabo una serie de medidas como el uso de mascarillas y restricciones de contacto social, que han hecho disminuir mucho la transmisión entre personas del meningococo. Esta disminución en el número de casos coincidiendo con la pandemia, ha pasado también con otras muchas bacterias y virus que se transmiten por vía respiratoria.
Actualmente la incidencia de infección meningocócica es de 0,61 casos/100000 habitantes. El serogrupo predominante en nuestro entorno sigue siendo el B.
¿Cómo se puede prevenir?
La prevención es la mejor estrategia para el tratamiento de la infección por meningococo. Actualmente existen varias vacunas para hacer frente a los distintos serogrupos de meningococo.
La vacunación frente al meningococo C está incluida en los calendarios vacunales de todas las comunidades autónomas desde hace muchos años y ha demostrado ser muy eficaz, ya que el número de infecciones por este serogrupo ha disminuido drásticamente.
Desde hace unos años existe una nueva vacuna que, aparte de ofrecer protección frente al serogrupo C, también lo hace frente el A,W e Y, serogrupos que estaban aumentando su incidencia en nuestro país (MenACWY). Actualmente se vacuna con la vacuna tertravalente (Men ACWY) sistemáticamente a todos los adolescentes de 12 años. Se ha elegido este grupo de edad para realizar la vacunación sistemática con la MenACWY, porque la población adolescente y joven es la que mayoritariamente tiene el meningococo en la garganta y pueden contagiar la enfermedad meningocócica sin sufrirla (son “portadores asintomáticos”). Al vacunar a adolescentes y jóvenes se pretende proteger al resto de la población. Aunque, de momento, se vacuna de forma sistemática con esta vacuna sólo a los 12 años, los pediatras recomendamos también, si la familia quiere, sustituir la vacuna de los 12 meses frente al meningococo C por esta vacuna tetravalente. De esta forma el niño o niña estará protegido frente a más serogrupos.
La vacunación frente al meningococo B está disponible desde hace 9 años y está incluida en el calendario de vacunación sistemático catalán desde hace pocos meses para los niños de 2, 4 y 12 meses (antes debía vacunarse de forma privada).
Es muy importante que los niños y niñas estén correctamente vacunados frente al meningococo para poder continuar explicando que la enfermedad meningocócica sigue descendiendo año tras año.