La infancia es la mejor etapa para empezar a cuidar la salud de los huesos

19/11/2013

Cuidar los huesos desde la infancia garantiza una salud ósea para toda la vida, disminuyendo el riesgo de osteoporosis en la fase adulta entre otras enfermedades.

Sigues estos prácticos consejos y ¡haz que tu hijo crezca con unos huesos de hierro! 

Cúando empezar a cuidar los huesos

Muchas personas no empiezan a preocuparse por la salud de sus huesos hasta llegar a los 50 años o más, edad poco propicia para conseguir proteger la pérdida de masa ósea y reducir la probabilidad de padecer fracturas.   

Los investigadores que estudian la salud de los huesos avisan de que para mantener fuertes los huesos, debemos empezar a hacerlo desde la infancia y continuar a lo largo de la adolescencia, cuando el cuerpo “construye” la mayor parte del hueso que nos acompañará el resto de nuestras vidas. 

Una vez que se ha alcanzado el pico máximo de masa ósea, futuras ganancias son mínimas, por ello la edad infantil es la mejor etapa para empezar a cuidar la salud de los huesos. A la edad de los 20 años, las chicas han ganado entre el 90 y el 96% de su pico máximo de masa ósea, en los chicos se llega a este porcentaje unos años más tarde.

Alrededor del 26% del total del hueso adulto se acumula durante dos años en el período en el que la masa ósea aumenta el máximo, a los 12,5 años en las niñas y en los 14,1 años en los niños. La cantidad de hueso acumulado durante estos dos años es el mismo que el que generalmente se pierde entre los 50 y los 80 años de edad.

Los expertos indican que un incremento de masa ósea de sólo 10% en la edad infantil puede retrasar la osteoporosis en 13 años, especialmente en las mujeres postmenopáusicas.

Cómo cuidar la salud de los huesos

Aunque no se puede hacer nada en los 3 factores que mayor influencia tienen en la masa ósea (edad, género y genética), sí existen otros dos factores que podemos controlar nosotros mismos:

  • Tomar nutrientes como calcio y vitamina D
  • Actividad física

Los efectos del ejercicio físico facilita el fortalecimiento de los huesos de dos maneras:

  • Respondiendo a la presión gravitacional producida por ejemplo al caminar, correr o saltar.
  • En la reacción a la tensión ejercida por la contracción muscular.

Muchos quizá piensen que cualquier ejercicio es bueno para los huesos, o que cuanto más activo sea un niño mejor. En general sí, pero no siempre es así. Algunos tipos de actividades son mejores que otros. Estudios recientes demuestran que la densidad mineral ósea de los jóvenes corredores de resistencia es menor que los corredores de alta velocidad, gimnastas o atletas de deportes con pelota. 

Los huesos responden mejor a una combinación de tensión, descanso y variedad, lo que sugiere que los jóvenes que participan en actividades de resistencia también deben hacer entrenamiento cruzado para maximizar la resistencia ósea. 

El mejor aviso que los expertos pueden dar a los padres es que sus hijos dejen a un lado los aparatos electrónicos y los animen a jugar y participar a sus hijos de forma activa en actividades diversas. También recomiendan un adecuado consumo de alimentos ricos en calcio, como productos lácteos, salmón y sardinas. Existen webs con calculadoras del consumo de calcio para poder evaluar las cantidades óptimas de consumo según edad y sexo.  

Los niños de entre 4 y 8 años deberían consumir unos 800 mg de calcio diario y aquellos de 9 hasta 18 años de edad, 1.300 mg. Si los niños no toman suficiente calcio de su dieta, los expertos recomiendan que tomen suplementos de calcio con vitamina D.

La vitamina D es necesaria para que el cuerpo pueda absorber i utilizar el calcio de la dieta. Niños de 1 a 18 años necesitan 800 Unidades Internacionales diarias. La mayor parte de vitamina D la obtenemos cuando nos exponemos al sol a través de nuestra piel, pero el uso de cremas solares reduce esta fuente de obtención.

Referencia bibliográfica:

To Ensure Bone Health, Start Early. Ny Times. [acceso 23 de septiembre de 2013]