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La importancia del ácido fólico en las embarazadas

La importancia del ácido fólico en las embarazadas

La importancia del ácido fólico en las embarazadas

El ácido fólico es una vitamina B fundamental en la producción y el mantenimiento de células nuevas. Especialmente importante en periodos como la infancia y el embarazo, se recomienda que una mujer tome ácido fólico como mínimo un mes antes de la concepción y durante la gestación para prevenir posibles defectos congénitos del bebé.

Estos defectos son principalmente neurológicos:

  • Anencefalia: en que las partes del cerebro y el cráneo de un bebé no se forman correctamente. Los bebés que nacen con anencefalia no pueden sobrevivir.
  • Espina bífida: en que la columna vertebral de un bebé no se desarrolla correctamente, y puede dar como resultado algunas discapacidades físicas severas.

¿En qué momento está recomendado tomar ácido fólico?

El desarrollo y cierre del tubo neural del bebé se produce durante los primeros 28 días del embarazo, por eso tanto la anencefalia como la espina bífida es muy probable que se den antes de que la mujer sepa que está embarazada. Por este motivo la recomendación es la toma de ácido fólico antes de conocer el embarazo.

Al mismo tiempo, sabiendo que sólo el 50% de los embarazos son planificados, es altamente recomendable que todas las mujeres que estén en una franja de edad fértil tomen ácido fólico de forma habitual.

Además, la ingesta de ácido fólico es beneficiosa aunque no se tengan planes de concebir. Nuestro cuerpo produce células nuevas cada día (piel, cabello, uñas, glóbulos rojos y blancos, etc) y necesita ácido fólico para generarlas.

Fuentes de ácido fólico

Diferentes estudios han demostrado que las mujeres que toman 400mcg de ácido fólico al día antes de la concepción y durante la primera etapa del embarazo, reducen enormemente el riesgo de que el bebé nazca con defectos congénitos.

Hay varias maneras de asegurarse la ingesta necesaria de ácido fólico:

  • Consumiendo una dieta rica en folato, que se puede obtener comiendo frijoles, guisantes, lentejas, naranjas y jugo de naranja, espárragos, brócoli y verduras de hoja verde como las espinacas, hojas de mostaza, aguacate, huevos, leche, etc...
  • Consumiendo ácido fólico incorporado a alimentos como panes enriquecidos, pastas, arroz y cereales. Comprueba la etiqueta de información nutricional en los envases de los alimentos. En algunos casos, una porción de algunos cereales tiene el 100% del ácido fólico que se necesita diariamente. Revisa en caso de que sean productos catalogados “orgánicos”, ya que estos generalmente no están suplementados con ácido fólico.
  • Consumiendo preparados vitamínicos. Pese tengamos una dieta rica en folato, a menudo no es suficiente para conseguir la cantidad diaria recomendada. Por eso es probable que se necesite un suplemento vitamínico de ácido fólico.

La mayoría de las multivitaminas contienen todo el ácido fólico que se necesita (400mcg/día), y en caso de que esto suponga un problema estomacal se pueden tomar durante las comidas o justo antes de acostarse.

Esta información es de carácter divulgativo y no sustituye la tarea de los equipos profesionales de la salud. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con tu profesional de referencia.
Publicación:  05/07/2016 Última modificación:  16/08/2023