Fiebre: todo lo que necesitas saber

29/01/2020

La fiebre es un síntoma de un mecanismo de defensa del cuerpo que habitualmente responde a una causa infecciosa aunque no es la única (deshidratación, traumatismo, intoxicaciones...).

Hay que saber que no siempre existe una relación del grado de la fiebre y la gravedad de la causa producida.

¿A partir de qué temperatura corporal consideramos fiebre? 

Cada parte del cuerpo tiene una temperatura normal diferente. Por lo tanto, consideraremos fiebre cuando la temperatura medida en una zona determinada supere la temperatura corporal máxima normal de aquella zona.
 
La temperatura normal máxima de cada zona del cuerpo son las siguientes:

  • Temperatura axilar: 37ºC
  • Temperatura oral: 37.5ºC 
  • Temperatura timpánica: 37.ºC 
  • Temperatura rectal: 38ºC 

¿Qué termómetros existen y cuál es su uso recomendado?

En la actualidad existen en el mercado termómetros digitales y termómetros infrarrojos. 

Termómetros infrarrojos

Dentro del campo de los termómetros infrarrojos existen aquellos que hacen la medición en contacto directo con la piel, localizándolos en el frente o detrás de la oreja, y hay otros que no precisan el contacto directo y se pueden localizar en la frente o en el conducto auditivo.

Aunque los termómetros infrarrojos han demostrado tener alta capacidad para medir la temperatura corporal, muestran ciertas limitaciones en relación a la precisión, y el resultado se puede ver influenciado por factores externos como la sudoración o la irritabilidad (síntomas muy frecuentes en niños febriles).

Termómetros digitales

Los termómetros digitales son los más habituales. La medición rectal es la manera más fiable de determinar la temperatura corporal ya que mide la temperatura central de nuestro cuerpo.

Como inconveniente hay que puntualizar que se trata de un método invasivo y poco higiénico. El termómetro digital axilar parece ser la manera más segura, precisa y no invasiva de medir la temperatura.

Por tanto, en el ámbito doméstico se recomienda más el uso de termómetros digitales con medición axilar.

¿Cómo y cuando tenemos que tratar la fiebre?

Generalmente la fiebre se acompaña de otro síntomas como sudoración, escalofríos, respiración agitada, inquietud, irritabilidad, apatía, disminución del apetito, etc.

Por lo tanto, nuestro objetivo cuando tratamos la fiebre será hacer desaparecer estos síntomas y mejorar el confort del niño. Estos síntomas suelen aparecer cuando la temperatura axilar se excede de 38ºC.

¿Qué mecanismos tenemos para bajar la fiebre?

Medidas físicas y ambientales

Es recomendable mantener al niño en ambiente fresco y con poca ropa (confortable) intentando no abrigarse demasiado para no hacer subir más su temperatura. Tampoco se recomienda taparlo para que tenga escalofríos.

También puede ser beneficioso ofrecerle baños con agua tibia (unos 2ºC inferior a la temperatura axilar del niño). No es necesario hacer baños de agua fría ya que le provocaremos más disconfort. Es imprescindible ofrecerles de beber agua con frecuencia para mantener una buena hidratación.

Medidas farmacológicas 

Los antitérmicos de uso doméstico recomendados en pediatría son el paracetamol y el ibuprofeno.

El paracetamol puede ser utilizado en niños menores de tres meses. La vía de adminsitración más recomendable es la oral aunque, en caso de ser necesario, también se puede administrar vía rectal. La dosis la calcularemos en función del peso y la podemos administrar en intervalos de seis horas.

El ibuprofeno en formulación genérica se utilizan a partir de los tres meses. La vía de adminsitración es la oral. La dosis la calcularemos en función del peso y la podemos administrar también en intervalos de seis horas. No existen diferencias en relación a su capacidad para bajar la temperatura. El ibuprofeno tiene también propiedades antiinflamatorias.

Debemos tener en cuenta que estamos tratando un síntoma, por lo tanto si el niño no tiene fiebre o no se encuentra incómodo no se recomienda la administración de paracetamol y o ibuprofeno en intervalos fijos de forma preventiva. Los dos fármacos presentan su máximo efecto a las cuatro horas de su administración. No es recomendable alternar los antitérmicos y sí prescribirlos a las dosis correctas. 

Casos particulares: 

Fiebre, antitérmicos y vacunas:  

A menudo, después de la administración de una vacuna, el niño puede presentar fiebre de forma reactiva. La actitud recomendada será tratar el síntoma en el momento de su aparición. No se recomienda el uso de antitérmicos de forma preventiva.

Fiebre, antitémicos y convulsiones febriles: 

Una de las consecuencias de la fiebre en algunos niños, sobre todo desde los seis meses a seis años, son las convulsiones febriles. Son reactivas a la propia fiebre y no tienen relación con su causa. Son benignos y no producen ninguna secuela ni riesgo vital.

Por lo tanto, la actitud recomendada en niños que presentan convulsiones febriles es la misma que en el resto de niños: tratar la fiebre cuando ésta aparece y evaluar su causa. No se recomienda la adminsitración de antitémicos de forma preventiva.

Acceso a las fuentes de consulta:

Chiappini, E et al. Update of the Italian Pediatric Society Guidelines for Managemnet of Fever in Children. The Journal of Pediatrics. January 2017. Volume 180, 177-183 

La fiebre Consejos prácticos para el diagnóstico y tratamiento de la fiebre. Información para el paciente y su familia. Triptico informativo Hospital Sant Joan de Deu

Servei de Urgències Pediàtriques del Hospital Sant Joan de Déu

Urgencias Pediátricas

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