Las escaleras de casa pueden ser un peligro para los niños

Andan, gatean y corretean por toda la casa, así que no es nada raro que los más pequeños sufran alguna vez un percance al caerse de las escaleras. En general, estos accidentes resultan en torceduras, contusiones y hematomas, aunque las consecuencias pueden ser incluso más graves. La prevención es el mejor remedio.
Según un estudio publicado en la revista Pediatrics, de la Academia Americana de Pediatría, los servicios de Urgencias de los centros de Estados Unidos atendieron a 932.000 niños menores de cinco años que habían caído por las escaleras entre los años 1999 y 2008. Si hacemos cuentas, cerca de 100.000 niños se caen por las escaleras cada año y cada seis minutos se trata a uno de ellos en los hospitales estadounidenses.
En concreto, los contratiempos en las escaleras representan la primera causa de lesión de los bebés menores de doce meses en los Estados Unidos. La probabilidad de que el niño o niña sea hospitalizado es mayor si se encuentra en brazos de un adulto durante la caída. De hecho, según el estudio de Pediatrics, uno de cada cuatro niños de hasta un año que sufrió este percance lo transportaba otra persona. Lo más frecuente es que sufran traumatismos leves de tejidos blandos o magulladuras, aunque no se descartan los golpes en la cabeza.
En realidad, las escaleras representan un riesgo para las personas tanto al principio como al final de su vida. En los niños, estos accidentes se pueden evitar fácilmente adaptando la casa a las necesidades de sus pequeños residentes.
Según el Dr. Gary A. Smith, líder de este primer estudio y director del Centro de Investigación de Lesiones en el Hospital Nacional de Niños de Columbus, en Ohio, parte del problema se encuentra en que “los hogares no se diseñan teniendo en cuenta la seguridad de los niños”. Muchos pasamanos de las barandillas de las escaleras son demasiado anchos para los niños, y esto les impide agarrarse a ellos en el momento que pierden el equilibrio. Aunque las barreras de seguridad en la parte más alta y en los primeros peldaños de las escaleras pueden ser la solución, no se debe nunca confiar completamente en ellas. La clave es que los padres o sus cuidadores vigilen a los niños cuando se acerquen a las escaleras.
Acceso a la fuente de consulta:
Stairs at home Remain a childhood hazard. The Well blog, The New York Times. [Fecha de consulta: 16/06/2017].