Las enfermedades cardiovasculares del adulto se previenen desde la infancia. Aprende cómo

14/04/2014

Uno de los objetivos de la promoción de hábitos de vida saludables durante la infancia es la prevención de enfermedades cardiovasculares en la edad adulta

Estas enfermedades son aquellas que se producen por un deterioro de las arterias de nuestro cuerpo. Las más conocidas, y que producen mayor mortalidad y secuelas, son las que afectan a las arterias del corazón (enfermedad coronaria) y del cerebro (enfermedad cerebrovascular). Si bien este deterioro es normal con el envejecimiento (arterioesclerosis), y por tanto estas enfermedades pueden aparecer de forma natural en la tercera edad, en algunas situaciones se puede acelerar este proceso y hacer que se presente de forma precoz.

A estas situaciones se las conoce como factores de riesgo cardiovascular. Las más importantes son la herencia, la hipertensión arterial, el tabaquismo, los niveles elevados de colesterol en sangre la obesidad y la diabetes

Es importante saber, en primer lugar, que algunos factores de riesgo están relacionados entre sí. Un ejemplo bien conocido es el de la obesidad, que incrementa el riesgo de padecer hipertensión arterial y diabetes tipo 2. Y en segundo lugar que, salvo la predisposición genética, la mayoría son factores de riesgo que no sólo se pueden modificar para prevenir estas enfermedades sino que constituyen hábitos de vida. Y, al igual que otros, los hábitos de vida cardiosaludables se adquieren durante la infancia.

Hábitos cardiosaludables en la infancia

En la promoción de hábitos de vida cardiosaludables han de utilizarse dos estrategias:

  • En primer lugar, identificar a aquellas personas, niños en este caso, con factores de riesgo modificables para actuar sobre ellos. Esta función la cumple el programa de revisión del niño sano que se realiza de forma programada en los centros de atención primaria, y uno de cuyos objetivos es detectar estos factores de riesgo (hábitos nutricionales inadecuados, hipertensión arterial, obesidad…), intervenir sobre ellos y, en el caso de que no los haya, reforzar las recomendaciones sobre estilos de vida saludables.
  • En segundo lugar, realizar intervenciones de salud pública, cuyo destino sea la población general, a través de programas de educación y promoción de la salud para que se adopten y se mantengan estilos de vida saludables. 

Las intervenciones de salud pública en salud cardiovasculares tienen como recomendaciones más importantes en niños:

Artículo escrito por:

Dr. Mario Sanz

Pediatra del Parc Sanitari de Sant Joan de Déu