Los efectos de la cafeína en los niños

En lo que se refiere al consumo de cafeína, la clave está en la moderación. Fíjate en los ingredientes de lo que vaya a ingerir tu hijo para reducir su consumo de cafeína, un estimulante que no se debe tomar con regularidad, aunque se pueda tomar en ocasiones especiales.
Cómo afecta la cafeína a los niños
La cafeína es una sustancia que se produce de forma natural en las hojas y las semillas de muchas plantas. También se puede fabricar de forma artificial y añadirse a algunos alimentos. La cafeína estimula el sistema nervioso central y, a dosis reducidas, hace que las personas se sientan más alertas y con más energía.
Pero un exceso de cafeína puede provocar: inquietud y nerviosismo, molestias estomacales, dolores de cabeza, problemas de concentración, dificultad para conciliar el sueño, aceleración del ritmo cardíaco e incremento de la tensión arterial. Sobre todo en los niños pequeños, no es necesario tomar grandes cantidades de cafeína para que su consumo desencadene esos efectos.
Así mismo, beber muchas bebidas con cafeína y edulcoradas puede conllevar el desarrollo de caries. Además, la cafeína es un diurético que hace que el organismo elimine agua (a través de la orina), lo que puede contribuir a la deshidratación. Por eso, es conveniente evitar el consumo de cafeína en los días muy calurosos.
Alimentos y bebidas que contienen cafeína
A pesar de que los niños ingieren la mayor parte de la cafeína bebiendo refrescos, la cafeína también se encuentra en el café, el té, el chocolate, el helado de café, el yogur helado, en algunos medicamentos que alivian el dolor y en otros fármacos de venta sin receta médica.
¿Qué es la sensibilidad a la cafeína?
La sensibilidad a la cafeína es la cantidad de cafeína capaz de producir efectos y varía entre las distintas personas. Como promedio, cuanto menor sea el tamaño de una persona, menor será la cantidad de cafeína necesaria para provocarle efectos. La sensibilidad a la cafeína se ve afectada por el consumo diario de cafeína.
La gente que toma con regularidad bebidas que contienen cafeína desarrolla enseguida una menor sensibilidad a esta sustancia. Esto significa que requiere dosis más elevadas de cafeína para lograr los mismos efectos. Por lo tanto, cuanta más cafeína tome un niño, más cafeína necesitará para experimentar los mismos efectos. Los niños pequeños también son más sensibles a esta sustancia porque no se han expuesto tanto a ella como los niños mayores o los adultos.
La cafeína permanece en el organismo durante unas horas y luego se elimina a través de la orina. Un niño sensible a la cafeína puede notar sus efectos hasta seis horas después de haberla consumido.
Reducir la cafeína
Es posible eliminar la cafeína por completo de la dieta de un niño. La mejor forma de hacerlo consiste en eliminar todos los refrescos que la contengan. En lugar de estas bebidas, ofrece a tu hijo agua, normal o aromatizada, leche y zumo de frutas 100% natural.
Puedes seguir sirviéndole refrescos o té de vez en cuando, asegurándote antes de que no contengan cafeína. Fíjate en la cafeína oculta, supervisando el listado de ingredientes de los alimentos y bebidas que ofrezcas a tu hijo.
Si tu hijo en edad adolescente ha adquirido el hábito de tomar café y está bebiendo demasiado, la mejor formar de reducirlo consiste en ir despacio. De lo contrario, tu hijo podría tener dolores de cabeza, molestias corporales, deprimirse o encontrase mal. Ves sustituyendo una bebida con cafeína por una alternativa sin cafeína cada semana. Sigue así hasta que tu hijo ingiera menos de 100 miligramos de cafeína al día.
De todos modos, la moderación es la clave para mantener bajo control el consumo de cafeína.
Acceso a la fuente de consulta:
La cafeína. KidsHealth. [Fecha de consulta: 20/10/2016]