Desmayos: cómo evitarlos y qué hacer si nuestro hijo sufre alguno

El desmayo es una pérdida temporal de la consciencia y puede ocurrir por diversos motivos: estrés emocional, deshidratación, mucho calor, bajo nivel de azúcar en la sangre, agotamiento, o por alguna condición médica. Es importante que busques ayuda médica para saber qué ocasionó el desmayo y poder prevenir para que no ocurra otra vez.
Señales y síntomas
Señales que pueden indicar que alguien está a punto de desmayarse:
- Mareo.
- Aturdimiento.
- Palidez.
- Falta de equilibrio.
- Cambios en la visión.
- Latidos del corazón rápidos o irregulares.
- Sudores.
- Náuseas o vómitos.
Lo que debes hacer:
Tanto si el niño está a punto de desmayarse como si ya lo ha hecho, desátale y desengánchale la ropa que esté muy pegada, asegúrate de que el lugar esté bien ventilado, pásale una toallita fría por la cara, y no le dejes ponerse de pie o caminar hasta que se sienta bien.
Si parece que el niño está a punto de desmayarse:
- Acuéstalo o siéntalo con la cabeza entre las rodillas.
Si el niño se ha desmayado:
- Acuéstalo recto, con los pies un poco elevados. Evita mover al niño si sospechas que se ha golpeado en la caída.
Ponte en contacto con el médico del niño inmediatamente, después de cualquier episodio de desmayo.
Busca asistencia médica de emergencia si el niño:
- Se cae y puede haberse lastimado.
- Está teniendo problemas al hablar, con la vista o para moverse.
- Tiene dolor de pecho o los latidos del corazón son rápidos o irregulares.
- Sufre convulsiones.
- Estaba físicamente activo cuando se desmayó.
¡Piensa en prevenir!
Asegúrate de que los niños:
- Toman líquidos de manera frecuente, sobre todo cuando hace calor y durante actividades físicas.
- Descansan a menudo y se mueven mientras están sentados o de pie durante largos períodos de tiempo.
- Respiran lentamente en una bolsa de papel cuando están ansiosos y respiran de manera intensa.
- Evitan los ambientes calurosos, llenos de gente o cargados.
Fuente: http://www.blankchildrens.org/