Crisis convulsivas en niños: qué son y cómo actuar

26/07/2019

La mayoría de las crisis convulsivas están provocadas por descargas eléctricas anómalas que se producen en el cerebro o por una reducción de la irrigación sanguínea cerebral. Los síntomas suelen incluir espasmos musculares incontrolables. 

Algunas de estas crisis pueden aparecer debido a otras afecciones médicas, como una concentración baja de azúcar en sangre, una infección, un traumatismo craneal, una intoxicación o una sobredosis de medicamentos. También pueden estar provocadas por un tumor cerebral u otro problema de salud que afecta al cerebro. Una falta súbita de oxígeno en el cerebro o una reducción del riego sanguíneo cerebral también las pueden provocar. En algunos casos, la causa de la crisis convulsiva nunca se llega a saber. Cuando las crisis convulsivas ocurren más de una vez o muy a menudo, pueden indicar la presencia de una epilepsia.

Tipos de crisis convulsivas

Algunos niños menores de cinco años presentan espasmos del sollozo (es decir, cuando un niño “bloquea la respiración” en pleno berrinche), que pueden desencadenar crisis convulsivas. Este tipo de episodios ocurre en niños que, cuando les lastiman o se alteran desde el punto de vista emocional, dejan de inspirar. Se ponen de color azulado o muy pálidos, a menudo pierden la conciencia y pueden presentar una crisis convulsiva completa, donde se les tensa el cuerpo, pierden la conciencia y dejan de respirar. Aunque esto asusta muchísimo a los padres, estos episodios suelen remitir por sí solos, y los niños casi nunca sufren ninguna lesión como consecuencia. Si tu hijo presenta espasmos del sollozo, llama al pediatra.

Algunos niños menores de cinco años de edad presentan convulsiones febriles, que pueden ocurrir cuando tienen una fiebre de grado medio o alto, generalmente a partir de los 38°C. Este tipo de convulsiones suele ser de corta duración y en contadas ocasiones provocan problemas graves, de larga duración o que puedan poner en peligro la vida del niño. Cuando un niño presenta convulsiones febriles, es posible que el médico le recete medicamentos para bajarle la fiebre, como el ibuprofeno o el paracetamol; si la medicación no surtiera efecto, podría recomendarle un baño de agua tibia.

En los niños mayores, aproximadamente el 10% presenta síncopes, que se suelen asociar a breves crisis convulsivas. El niño puede tensar el cuerpo o incluso retorcerse o presentar unas pocas convulsiones. Es muy poco habitual que estos episodios indiquen que un niño padece epilepsia. La mayoría de los niños se recuperan muy deprisa (al cabo de pocos segundos o minutos) y no requieren tratamiento especializado.

Si tu hijo tiene una crisis convulsiva

Cuando un niño tiene una crisis convulsiva, se le debe colocar sobre el suelo en un área segura, preferentemente acostado sobre el lado derecho. Aleja de tu hijo los objetos cercanos. Aflójale cualquier pieza de ropa que lleve alrededor del cuello o de la cabeza. No intentes mantener abierta la boca de tu hijo ni colocarle un objeto entre los dientes. Tampoco intentes agarrarlo, retenerlo o impedir que se mueva.

Cuando haya concluido el episodio, tranquiliza a tu hijo con delicadeza. Es mejor que los niños permanezcan acostados hasta que se hayan recuperado por completo y les apetezca moverse por su propia iniciativa. Inmediatamente después de una crisis convulsiva, los niños suelen estar cansados, confusos y/o agotados y pueden caer en un sueño profundo. No intentes despertar a tu hijo si respira con normalidad. No pruebes a alimentarlo ni a ofrecerle bebida hasta que se despierte y esté alerta. 

Llama al teléfono de emergencias (112) de inmediato si tu hijo: tiene dificultades para respirar; se pone azulado; ha sufrido un traumatismo craneal; parece estar enfermo; le han diagnosticado una afección cardíaca; es su primera crisis convulsiva; puede haber ingerido medicamentos u otras sustancias y haberse intoxicado.

Si tu hijo ya ha tenido varias crisis convulsivas, llama al teléfono de emergencias solo si el ataque dura más de cinco minutos o si, por algún motivo, te parece especialmente alarmante y temes por la seguridad del niño. 

Si tu hijo respira con normalidad y la crisis dura solo unos pocos minutos, podrás esperar a llamar al pediatra hasta que el niño se haya recupere por completo.

Después de una crisis convulsiva, sobre todo si se trata de la primera o de una crisis inexplicable, llama al pediatra o a un servicio de urgencias médicas para que te den instrucciones.

Acceso a la fuente de consulta:

Seizures. KidsHealth [Fecha de consulta: 01/04/2019]