El consumo de alcohol durante el embarazo, un problema global de salud pública

31/03/2016

Tomar una caña de cerveza o una copa de vino es, a menudo, una práctica social muy común y sin signos aparentes de daño a la salud. Pero si como mujer estás planificando ser madre o ya estás embarazada, debes saber que tomar alcohol durante estos períodos puede tener unos efectos irreversibles para tu futuro bebé.

Como futura madre, has de saber que las bebidas alcohólicas que ingieras, aunque sea en pequeñas cantidades, tendrán efectos mayores sobre los tejidos y órganos del bebé, que las recibe via sanguínea. De hecho, el alcohol se descompone más lentamente dentro del útero y, por tanto, tu futuro pequeño está expuesto durante más tiempo a este producto que, médicamente, está considerado como una droga.

No hay cantidades seguras

Los científicos no han determinado que haya una cantidad mínima segura de consumo de alcohol durante el embarazo. En consecuencia lo más recomendable es que suspendas totalmente su consumo, como también sucederá posteriormente si optas por la lactancia materna.

Como padre o familiar también deberías favorecer ambientes libres de alcohol para la futura mamá. Tampoco se sabe con certidumbre cuál es el período más perjudicial, aunque parece que durante los tres primeros meses de gestación el alcohol puede tener unos impactos más graves en la salud de los pequeños.

Estudios como el de una universidad británica publicado hace algunos años concluyen que si las embarazadas toman una ligera cantidad de alcohol durante los meses de gestación no se eleva el peligro para los bebés. Los científicos determinaban que una o dos copas por semana no serían nocivas para los fetos. Sin embargo, tu médico te indicará que la mejor opción es evitar cualquier cantidad de alcohol, en la graduación que fuera, y optar por bebidas alternativas como medida preventiva.

Efectos físicos, de comportamiento y aprendizaje

Los niños cuyas madres han tomado alcohol durante el embarazo pueden sufrir problemas físicos y también limitaciones de comportamiento y de la capacidad de aprendizaje. Incluso padecer una mezcla de estos síntomas, conocidos como desórdenes del espectro alcohólico fetal (FASDs en sus siglas en inglés).

Los efectos de este síndrome pueden ser muy diversos. Por ejemplo, entre otros, se encontrarían los siguientes:

  1. Rasgos anormales en la cara y cabeza de pequeñas dimensiones.
  2. Bajo peso y altura, además de problemas de coordinación, visión y oído.
  3. Problemas de corazón, riñón o huesos.
  4. Comportamiento hiperactivo y dificultat de atención, junto con limitaciones de memoria y de capacidades para el aprendizaje, entre ellos, el desarrollo del lenguaje.

Los impactos con más prevalencia

Una reciente investigación sobre los desórdenes del espectro alcohólico fetal realizada en Canadá concluye que tomar alcohol durante la gestación debería ser reconocido como un problema global de salud pública.

Tras recapitular las conclusiones de más de 5.000 estudios, los investigadores aseguran que los desórdenes con más prevalencia de pequeños cuyas madres han tomado alcohol durante su embarazo son malformaciones congénitas, deformidades, anormalidades cromosómicas e incidencias tanto mentales como de comportamiento.

Además, los investigadores señalan cinco condiciones de alta comorbilidad, es decir, de coexistencia de varias enfermedades:

  1. Sistema nervioso periférico, con afección al sistema sensorial y el aparato locomotor.
  2. Problemas de conducta.
  3. Desórdenes en la comprensión del lenguaje.
  4. Otitis media crónica. 
  5. Dificultades de expresión oral.

Diagnóstico antes de los seis años

Los padres, tenéis que ser conscientes de que los problemas de salud infantil provocados por el consumo de alcohol son permanentes y pueden ser desde leves a graves, entre los que destacarían la parálisis cerebral, el parto prematuro, e incluso el aborto espontáneo o muerte infantil.

No existe tratamiento para estos síntomas, cuando su prevención es sencilla porque implica evitar el alcohol a lo largo de la gestación. A pesar de ello, el diagnóstico de los desórdenes del espectro alcohólico fetal antes de los seis años puede mejorar en gran medida el desarrollo de los niños afectados, que necesitarán tratamientos individualizados y planes de seguimiento.

Otros de los factores de protección a tener en cuenta serán los relacionados con aportar a los pequeños ambientes familiares estables, con ausencia de violencia, o la implicación de todos los que formáis parte de sus entornos social y escolar.

Acceso a las fuentes de consulta:

Comorbidity of fetal alcohol spectrum disorder: a systematic review and meta-analysis. The Lancet. [Fecha de consulta: 31/03/2016]

Fetal Alcohol Spectrum Disorders (FASDs). Centers for Desease Control and Prevention.[Fecha de consulta: 31/03/2016]

Fetal Alcohol Spectrum Disorders. Medline Plus. [Fecha de consulta: 31/03/2016]