El confinamiento y la pubertad precoz en niñas

21/12/2020

Un estudio llevado a cabo en Italia, demuestra el aumento de casos de pubertad precoz en las niñas durante y después del confinamiento italiano a raíz de la pandemia del coronavirus (COVID-19). Si bien cada vez más el inicio de la pubertad en las niñas se produce en una edad más temprana, los factores ambientales pueden jugar un papel importado que todavía no hemos acabado de entender.

Evolución histórica

La edad mediana de inicio de la pubertad ha disminuido durante el último siglo. Los datos históricos de Europa muestran un fuerte descenso de la edad mediana de la menarquia desde los 17 años a principios del siglo XIX hasta aproximadamente los 13 años a mediados del siglo XX, con una disminución menor durante los últimos 25-30 años.

Los factores genéticos tienen, sin duda, un papel importante en estas tendencias. Sin embargo, hay un consenso que las variables ambientales, como por ejemplo el peso, la nutrición fetal, los hábitos dietéticos infantiles, la actividad física, los factores psicológicos y la exposición a campos electromagnéticos (CEM) y/o sustancias químicas perturbadoras del sistema endocrino, también tienen un impacto fundamental en estos cambios.

Los efectos del confinamiento

En Italia, como otros lugares, la pandemia COVID-19 creó una presión sin precedentes en la atención sanitaria y durante los meses más estrictos obligó millones de personas a permanecer aisladas en casa durante los meses de marzo a mayo de 2020. Es posible que este confinamiento fuera el responsable que aumentara el impacto de factores que interfieren en el desarrollo de la pubertad, como son la adiposidad y el bienestar psicológico. Durante este periodo, se dio una mayor incidencia de depresiónansiedad y estrés en adultos, y a pesar de los datos en niños y adolescentes son escasas, es probable que tuvieran reacciones psicológicas similares.

El objetivo de este estudio es evaluar la frecuencia de la pubertad precoz y la tasa de progresión puberal en las niñas durante y después del confinamiento, comparando los resultados con los datos del mismo periodo de los últimos 5 años y considerar posibles correlaciones entre las condiciones de confinamiento y estas tendencias.

Sobrepeso, dispositivos electrónicos y salud mental

Hay tres factores que podrían contribuir a afectar el adelanto del desarrollo puberal. Estos factores son: un aumento del IMC (índice demasiado corporal), el uso excesivo de los dispositivos electrónicos y los desencadenantes de tipos psicológicos, todos ellos intensificados durante el confinamiento.

  • El uso de dispositivos electrónicos mostró un aumento significativo durante el confinamiento. El principal uso fue para clases y estudios escolares, pero también para entretenimiento (TV y videojuegos). El uso de dispositivos durante las horas antes de dormir también aumentó significativamente.
  • La nutrición juega un papel fundamental en el momento de la pubertad y la obesidad se asocia con la aparición de la menarquia a edades mucho tempranes. Los efectos de la masa grasa pueden interactuar con algunos disruptores endocrinos que tienen una alta afinidad por los lípidos y se almacenan en tejidos grasos, creando así condiciones para la persistencia de efectos sistémicos.
  • Los factores psicológicos también pueden ser importantes. Es probable que la pandemia COVID-19 afectara la salud mental y el bienestar de niños y niñas considerablemente. El miedo a la dolencia, la ansiedad y la distanciación social pueden haber tenido efectos perjudiciales en la salud de niños y niñas. El cierre de las escuelas, la interrupción repentina de las relaciones sociales y familiares, el cambio de hábitos cotidianos y la ansiedad de los padres por problemas financieros y otros, pueden haber afectado la estabilidad emocional de los niños.

Conclusión del estudio

Los resultados parecen sugerir una correlación entre los factores ambientales y la aparición temprana de una pubertad de progresión rápida. El estudio se centra en pacientes femeninas, pero se puede hacer la hipótesis que estos factores también pueden afectar el desarrollo pubertal de los chicos.

En conclusión, los datos muestran un aumento de la incidencia de nuevos diagnósticos de pubertad precoz, así como una tasa más rápida de progresión puberal en pacientes diagnosticados previamente,durando y después del confinamiento de COVID-19, sugiriendo que factores ambientales, como el IMC y el uso de dispositivos electrónicos, surgidos durante el confinamiento, tuvieron un papel desencadenante. De todas maneras, se necesitan estudios adicionales para confirmar estos datos y dilucidar la importancia relativa de los varios factores en juego y como interactúan.

Acceso a la fuente de consulta: 

Increased incidence of precocious and accelerated puberty in females during and after the Italian lockdown for the coronavirus 2019 (COVID-19) pandemic. Italian Journal of Pediatrics.