Una actividad en familia
Aprovechar estas fechas tan señaladas para involucrar a los más pequeños de la casa en todo este proceso puede convertirse en una de las actividades más divertidas para compartir estos días. Y es que, aunque siempre mantenemos las recetas típicas de las celebraciones navideñas, también podemos buscar ideas para innovar en nuestras mesas con alguna receta original.
Aprovechemos pues, para hacer esta actividad en familia y promocionar la alimentación saludable. ¿Cómo? Buscando recetas que incorporen frutas, verduras u otros alimentos a promocionar como legumbres, pescado, etc. Introducir estos alimentos en días festivos, puede ayudar a favorecer su consumo en el día a día.
Podemos, por ejemplo, preparar canelones de espinacas u otras verduras, añadir setas al pollo relleno o en salsa, modificar el tentempié para hacerlo más saludable incorporando hummus, babaganoush, olivada o crema de setas con bastoncitos de zanahoria, guacamole con biscotes, brochetas de tomates cherries con queso mozzarella, frutos secos crudos o tostados sin sal (recordando que en niños menores de tres o cuatro años se deben ofrecer molidos por el riesgo de atragantamiento), ensalada variada con manzana, naranja o frutos rojos...
Planificar las comidas nos ayudará a hacer una buena lista de la compra, adquiriendo solo aquellos ingredientes indispensables y reduciendo así el desperdicio alimentario. Además, si aprovechamos para hacer esta actividad en familia, hará que todos se sientan partícipes de algo tan importante como es la alimentación. Si a esto, le sumamos, el cocinar en familia, nos permitirá introducir más fácilmente nuevos alimentos y que los más pequeños de la casa se animen a probarlos. Por otro lado, todo este proceso, no deja de ser una ocasión para educar en hábitos saludables y en normas básicas de higiene de seguridad alimentaria: limpiar, separar, cocer y enfriar.
Una vez cocinado el menú, toca preparar la mesa con detalle y dedicación para darle el toque navideño.
¡Y ya llegamos al postre! Habitualmente, en este momento las mesas se llenan de infinidad de dulces en todas sus formas. Pero, para poder mantener una alimentación saludable en Navidad, debemos tener en cuenta varios aspectos.
En primer lugar, debemos optar por incorporar una o varias opciones de postre saludables elaboradas principalmente con frutas frescas, como brochetas de frutas, macedonia casera, manzana o pera al horno, etc., dando lugar después, y siempre con moderación, a alguno de los postres típicos. Además, siempre podemos optar por preparar estos dulces en casa, adaptando la receta para incorporar ingredientes más saludables, como chocolate negro (con mínimo 80 % de cacao), frutos secos naturales o tostados sin sal (enteros, molidos o en crema), harinas de cereales integrales, fruta deshidratada, etc.
Sin embargo, no debemos olvidar que las fechas de Navidad se componen de varios días señalados, por lo que con más razón, deberemos regular el consumo de estos postres. Por otra parte, queremos señalar que cada vez más, los estantes del supermercado se llenan antes de turrones, polvorones u otros dulces típicos de Navidad. No comprarlos antes de las fiestas y comprar solo los estrictamente necesarios para la ocasión, permitirá no hacer un consumo excesivo de estos productos.
Como comentábamos anteriormente, si hay algo que caracteriza las navidades es el tiempo en familia. Hemos hablado de cómo adaptar la mesa navideña para hacerla más saludable, pero debemos hacerlo extensible más allá de este momento. Dado que un estilo de vida saludable incluye tanto una buena alimentación como la incorporación de actividad física diaria, debemos aprovechar también estos días para realizarla en familia, saliendo a pasear, yendo al parque, haciendo excursiones (adaptándose siempre a las recomendaciones institucionales del momento), ¿y por qué no? ¡Animándonos todos a bailar en casa!
Finalmente, no queremos despedirnos sin antes desearos una Feliz Navidad.