Por qué y cómo participar en la escuela de tu hijo

Implicarte en la escuela de tu hijo como voluntario es una forma genial de mostrarle que te interesas por su educación. También le trasmites el mensaje positivo de que consideras que la escuela es una causa muy importante.
El hecho de colaborar con los profesores, la dirección del centro y otros padres te ayudará a conocer de primera mano las actividades diarias de tu hijo. También te conectará con los gustos y las modas propios de la vida escolar, que te podrán ayudar a comunicarte con tu hijo conforme vaya creciendo y cambiando (y todo ello sin invadir su privacidad ni su espacio personal).
¿Por dónde puedes empezar?
Uno de los mejores momentos para implicarte es en una reunión de padres y profesores. Por lo general, este tipo de reuniones se celebran al principio del curso escolar. Son una gran oportunidad para hablar con los profesores de tu hijo sobre tu colaboración como voluntario.
Si tienes algo que ofrecer o si solo quieres ayudar de cualquier forma posible, habla con los profesores de tu hijo. Es una buena idea unirse a la Asociación de Madres y Padres (AMPA) de la escuela de tu hijo.
Hay multitud de tareas en las que podrías ayudar como voluntario. Aquí, citamos algunas de ellas: colaborar en la sala de informática de la escuela; ayudar a organizar y a realizar actividades para recaudar fondos, como ventas de pasteles; ayudar a organizar y ser acompañante en celebraciones que se hagan en el centro escolar (bailes, desfiles…); organizar o ayudar a un grupo de niños que estén interesados en una actividad o afición en particular; trabajar como ayudante en la biblioteca escolar, ofreciéndote para contar cuentos o asistencia en la lectura; coser disfraces o montar decorados para la obras teatrales o musicales de la escuela; hacer un taller para alumnos sobre tu oficio; ofrecerte como voluntario para hablar en el aula sobre tu profesión, si tienes una profesión que deseas compartir…
Recuerda que no todo el mundo es adecuado para el mismo tipo de participación. Tal vez tengas que "probar" unas cuantas actividades antes de encontrar alguna donde te sientas cómodo. Si tienes dudas sobre cómo podrías ayudar, ¡pregunta al profesor de tu hijo, que probablemente estará encantado de ayudarte a pensar en algo!
¿Qué más deberías saber?
He aquí unos consejos a tener en cuenta a la hora de presentarte como voluntario:
- Aclara antes de empezar cuánto tiempo estás dispuesto a ofrecer. No temas negarte si te piden más de lo que puedes dar sintiéndose cómodo; pero, si adquieres una responsabilidad que luego no puedes asumir, trata de avisar pronto para que puedan encontrar a otra persona que te substituya.
- Empieza poco a poco. No te ofrezcas para organizar demasiadas cosas a la vez. Si has aceptado demasiadas cosas, averigua cómo delegar algunas tareas a otros padres.
- No des a tu hijo un trato especial cuando colabores en su escuela. Sigue las pistas que te dé él para saber cuánta interacción es adecuada para ambos. La mayoría de los niños disfrutan cuando sus padres se implican en su centro escolar, pero si tu hijo se siente incómodo, considera la posibilidad de colaborar en alguna actividad donde tu hijo no te pueda ver. Deja bien en claro que no estás allí para espiar, sino solo para echar una mano a la escuela.
- Pide retroalimentación a los profesores y alumnos. Es importante que te comuniques abiertamente con los profesores, la dirección del centro, los alumnos y otros voluntarios. Sé flexible y receptivo a medida que las necesidades de los alumnos y del centro escolar vayan cambiando.