Skip to main content

¿Cómo estimular el neurodesarrollo los primeros años de vida?

Proporcionar un entorno estimulante

Durante los primeros años de vida, es esencial proporcionar a los bebés un entorno cálido y estimulante para su desarrollo. Desde el primer mes, interactuar con ellos, establecer rutinas y crear un ambiente seguro es fundamental. A medida que crecen, fomentar el juego, la exploración y el aprendizaje a través de actividades adecuadas a su edad es esencial. La comunicación efectiva y la introducción de límites claros son elementos clave en su crecimiento. A medida que alcanzan los 3 años, estimular la imaginación, la socialización y la autonomía se vuelve crucial para su desarrollo integral.

Proporcionar un entorno estimulante

Los primeros años de vida resultan críticos para un correcto crecimiento y desarrollo cerebrales y el bebé necesita un espacio físico y afectivo en el cual poder explorar todo el potencial para el que está genéticamente determinado. Necesita sentir que alguien le mira, le habla, le escucha y responde a sus necesidades y que establece con él un vínculo social y afectivo que le permita crecer seguro.

A continuación enumeraremos una serie de consejos:

El primer mes de vida:

  • El recién nacido necesita un ambiente cálido y tranquilo, tener un espacio propio, pero sin estar aislado del medio que lo rodea. 

  • Mirarle, hablarle, cantarle, acariciarle, cogerle e interactuar con él, pero respetando sus periodos de sueño.

  • Crear unos hábitos y rutinas en torno a la alimentación, la hora del baño y el sueño.

Los 3 primeros meses de vida:

  • Aunque aún permanece muchas horas del día durmiendo, poco a poco pasará más momento despierto que se pueden aprovechar para hablarle o cantarle esperando su reacción. 

  • Enseñarle juguetes coloridos o que hagan ruido para que pueda verlos, oírlos y seguirlos al moverlos. 

  • Llevarle a pasear con frecuencia. 

  • Aprovechar la hora del baño para jugar con él y luego hacerle un masaje estimulándole mediante el tacto, la mirada y la voz.

De los 4 a los 6 meses:

  • Mecerle y balancearlo con suavidad, animándolo a cambiar de postura y enseñándole juguetes atractivos que pueda coger con ambas manos. 

  • Comenzar a sentarlo con apoyo en la espalda vigilando que no se caiga.

  • Enseñarle diferentes juguetes u objetos coloridos en diferentes direcciones para que el bebé se fije, los siga e intente cogerlos. 

  • Colgarle juguetes atractivos en la cuna o en el cochecito. 

  • Hablarle, repetir sonidos que el bebé realiza, cantarle, acariciarle, hacerle cosquillas, jugar al cucú.

  • Respetar sus horarios de sueño y alimentación, y propiciar unas rutinas estables en torno a los mismos.

De los 7 a los 9 meses:

  • Permitirle moverse por un espacio amplio, pero protegiéndole de los peligros. 

  • Dejar a su alcance objetos de diferentes colores, materiales y texturas que le agraden, para que pueda explorarlos y jugar con ellos. 

  • Animarle a hacer ruidos con los objetivos y disfrutar de ese juego.

  • Llamarle, enseñarle cosas y decir su nombre.

  • Ponerle frente a un espejo, jugar con él, imitar los sonidos que el bebé emite y cantarle haciendo gestos para que los aprenda. 

  • Ofrecerle juguetes atractivos, de diferentes tamaños y colores que sean seguros.

De los 10 a los 12 meses:

  • Animarle a desplazarse y a cambiar de postura para conseguir algo.

  • Esconderle juguetes para que los busque y los pueda encontrar. 

  • Dejarle un espacio controlado para descubrir qué ocurre ante una acción que él lleve a cabo, enseñarle a señalar las cosas que le agradan, hablarle con frases sencillas.

  • Enseñarle los sonidos que emiten los diferentes animales y animarle a repetirlos. 

  • Utilizar diferentes tonos de voz ajustándolos a las diferentes situaciones. 

  • Aprovechar la hora del baño para nombrar las diferentes partes del cuerpo

De los 12 a los 18 meses:

  • Jugar a tirar y recibir la pelota, a hacer construcciones con cajas o bloques de madera, al escondite para que así nos busque, a mirar cuentos y señalarle las imágenes, y a descubrir los sonidos de los objetos y de los animales.

  • Establecer unos límites claros cuando se empeñe en hacer algo que no sea adecuado. 

  • Aprovechar las rutinas diarias de alimentación, de sueño, o el cambio del pañal para hablar con el bebé.

De los 18 a los 24 meses:

  • Estimularlo para que camine cogido de la mano, ayudarle a subir y bajar escaleras, a participar activamente durante el baño, la comida y el vestir y a manipular objetos con supervisión.

  • Permitirle garabatear con pinturas, jugar con construcciones, juegos de encaje y bloques. 

  • Enseñarle cuentos y fomentar que participe activamente buscando, señalando y repitiendo los nombres de las cosas.

  • Animarle a comenzar a hacer cosas solo y enseñarle a compartir las cosas con los demás.

  • Estimularlo a explorar de forma autónoma (pero con supervisión), el medio que le rodea, los espacios y los objetos, intentando ayudarle a resolver los inconvenientes que vayan surgiendo.

De los 25 a los 36 meses:

  • Darle un espacio para que se entretenga jugando solo, con juguetes que sean adecuados y seguros para su edad y nivel de desarrollo. 

  • Estimular el juego simbólico, con imaginación.

  • Hablarle como a un niño mayor y de forma correcta, dándole tiempo para expresar lo que quiere explicar y enseñándole a esperar su turno.

  • Mantener unas normas y límites claros y estables en el tiempo. 

  • Facilitar la compañía de otros niños para poder jugar con ellos, salir y tener experiencias nuevas. 

  • Contarle cuentos, historias o canciones, utilizando un lenguaje claro y variado. 

  • Dejarle ser autónomo en todo aquello que pueda hacer por sí mismo.

  • Enseñarle a pedir las cosas, a saludar, a agradecer, etc. 

Para más información sobre el neurodesarrollo infantil, consulta el 12º Informe FAROS «Una mirada a la salud mental de los adolescentes - Claves para comprenderlos y acompañarlos».

Esta información es de carácter divulgativo y no sustituye la tarea de los equipos profesionales de la salud. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con tu profesional de referencia.
Publicación:  31/01/2024 Última modificación:  16/02/2024
neurodesarrollo · bebé · aprendizaje
María Eugenia Russi Delfraro
María Eugenia Russi Delfraro
Ver más
Neuróloga. Experta en: TDAH, trastornos del aprendizaje y el neurodesarrollo, TEA y psicofarmacología Servicio de Neurología

Contenidos relacionados

10 consejos clave para que los niños hagan los deberes con éxito
Artículo

10 consejos clave para que los niños hagan los deberes con éxito

La mayoría de niños desearía no tener que hacer nunca más los deberes de la escuela, pero ya que esto difícilmente lo podrán evitar, ayudémosles a hacer los deberes con estos consejos prácticos.

¿Cuál es el juguete perfecto para mi hijo?
Artículo

¿Cuál es el juguete perfecto para mi hijo?

Consulta algunos de los juegos y juguetes más adecuados según grupos de edad en los niños y qué capacidades y aptitudes potencian en cada etapa.

El juego en los bebés
Artículo

El juego en los bebés

Durante el primer año de vida, el niño juega explorando e interactúa con el mundo que le rodea con los cinco sentidos para comprenderlo. La mayor parte de su juego consiste en coger objetos y ponérselos en la boca, agitarlos, golpearlos o tirarlos.

El juego en los niños de 1 a 3 años
Artículo

El juego en los niños de 1 a 3 años

Si cuando tu hijo era un bebé ya lo veías como un pequeño científico utilizando sus cinco sentidos y descubriendo el mundo que le rodea, ahora que tiene entre 1 y 3 años es verdaderamente un gran ingeniero y trata de entender cómo funcionan estos objetos.

Actividades relacionadas