Cómo afrontar el acoso (o bullying)
Si tu hijo es víctima del acoso, escúchalo y dale todo tu apoyo. Si el acoso tiene lugar en su centro de estudios, informa a la dirección del centro. Sé comprensivo con él y dale los consejos que figuran a continuación. Trasmítele la idea de que, aunque todos seamos diferentes, es importante saber tratar a todo el mundo con respeto.
Bullying es cuando un grupo o una persona se mete con otra de forma repetida. Los acosadores se burlan de las personas que ellos creen que no encajan en su grupo de referencia. Se pueden reír o burlarse de ellas por muchos motivos, como su aspecto físico, su comportamiento, su raza o su religión, su estatus social, su identidad sexual...
El bullying se puede presentar de varias formas diferentes, como:
- El acoso físico, que es cualquier tipo de contacto en que una persona no quiera participar (como empujar, poner la zancadilla, dar puñetazos, patadas, morder, golpear…)
- El acoso sexual (relaciones sexuales no deseadas).
- El acoso verbal: pinchar, picar, insultar o meterse con alguien usando la palabra.
- El acoso psicológico: cotillear sobre una persona o excluirla para que se sienta mal consigo misma.
- El acoso cibernético (ciberbullying): usar internet y los medios digitales de comunicación social para decir cosas que no se dirían en persona. Enviar mensajes malintencionados o colgar en internet información, fotografías o vídeos de carácter personal para herir o avergonzar a otra persona.
Muchos acosadores se parecen mucho entre sí. A los acosadores les gusta controlar a los demás, están centrados en sí mismos, tienen pocas habilidades sociales, es posible que no les preocupe la gente o que les falta empatía, suelen ser inseguros y acosan a los demás para sentirse mejor.
Algunas personas acosan a los demás para afrontar su propio estrés, su propia rabia y su propia frustración. Hay acosadores que han sido acosados y ahora quieren mostrar su poder acosando a otras personas.
Hay acosadores que no entienden emociones sociales normales como la culpa, la empatía, la compasión o el remordimiento. Estas personas necesitan ayuda de un profesional de la salud mental, como un terapeuta, un trabajador social, un psiquiatra o un psicólogo.
Cómo reaccionar ante el acoso
Dile a tu hijo que, si recibiera acoso, debería:
Informarte a ti o a un adulto de confianza.
- Ignorar al acosador y alejarse. A los acosadores les encanta obtener una reacción de sus víctimas. Si tu hijo ignora a su acosador, le estará enviando el mensaje de que lo que le hace no le afecta.
- Mantener la cabeza bien alta. Al usar este tipo de mensaje corporal, trasmitirá la idea al acosador de que no es vulnerable.
- No llegar nunca a las manos. Si acude a la violencia y se pelea con el acosador, tendrá más probabilidades de resultar herido y de meterse en problemas. Dile a tu hijo que luche contra su enfado haciendo ejercicio o escribiendo sobre ello.
- Poner en práctica formas de demostrar la seguridad en sí mismo. Indícale que ponga en práctica el sentirse bien consigo mismo (aunque al principio lo deba fingir). Y que ensaye cómo responder verbalmente al acosador de forma asertiva.
- Hablar sobre el acoso que recibe. Puede ser una buena forma de expresar los miedos y frustraciones que se le pueden acumular cuando reciba acoso.
- Encontrar a sus verdaderos amigos. Si a tu hijo lo han acosado con rumores maliciosos, dile que se lo explique a sus amigos para que le ayuden a sentirse seguro y confiado, y que evite estar solo.
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Esta información es de carácter divulgativo y no sustituye la tarea de los equipos profesionales de la salud. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con tu profesional de referencia.
Publicación:
03/09/2019
Última modificación:
21/09/2023