En qué casos se debe acudir a urgencias durante el confinamiento

En una situación de pandemia como la que vivimos en estos momentos, muchas familias se preguntan cuándo es necesario acudir a urgencias para la valoración de sus hijos.
En la línea de recomendaciones de las sociedades científicas, parece interesante comentar algunos consejos que ayuden a las familias a tomar decisiones respecto a cuándo deben consultar ante la presencia de algún signo o síntoma en los niños.
A continuación compartimos algunas situaciones en las que se recomienda consultar con un profesional o acudir a urgencias de manera inmediata o llamar al 112:
- Si el niño o niña presenta un mal color de piel (palidez muy marcada, piel moteada, color de piel azul o grisáceo) ya que podría traducirse en una falta de correcto riego sanguíneo.
- También si se observa la aparición de lesiones habonosas (como picadas de insecto), hinchazón de labios o párpados que se acompañan de dificultad para respirar y/o vómitos y/o diarreas, lo que nos haría sospechar de una reacción anafiláctica.
- En caso de presenciar movimientos anormales, tipo convulsión, o ausencia de respuesta a estímulos, así como irritabilidad o somnolencia mayor de las habituales, se debería acudir a urgencias para una valoración del paciente.
- Si el niño o niña presenta dificultad grave para respirar (costillas marcadas, respira muy rápido, hace pausas en la respiración o está adormilado) podría necesitar tratamiento para mejorar su respiración.
- Si se ha atragantado y tiene dificultad para respirar, vómitos y/o una salivación constante, sería necesaria su valoración inmediata.
- En caso de haber sufrido algún accidente que le provoque un sangrado abundante que no cede después de presión 10 minutos, o un golpe en la cabeza con pérdida de conocimiento o una fractura abierta (se ve el hueso) debería acudir de manera inmediata a urgencias.
Se debe consultar con un profesional o acudir a urgencias en las siguientes horas:
- Si el paciente presenta manchas rojas en la piel que no se van al presionar o si es un bebé menor de tres meses con fiebre, ya que habría que descartar una posible infección en la sangre.
- Asimismo, si el paciente tiene fiebre de más de 40,5ºC o fiebre que se asocia a algunos de los síntomas comentados en el apartado anterior, debería ser valorado.
- En caso de que el niño o niña presente hinchazón en labios o párpados o aparición repentina de habones sin que se asocie a otros síntomas sería adecuado examinarlo en urgencias para descartar una reacción alérgica.
- Si presenta dificultad para respirar, respira rápido y se escucha un pitido, se debe descartar que necesite tratamiento para respirar mejor.
- En caso de presentar un cuadro de vómitos o diarreas que se asocia a signos de deshidratación (ojos hundidos, boca seca, poca orina) debería ser valorado para considerar si necesita administración de suero.
- Asimismo, si tiene vómitos y dolor de cabeza muy fuerte o es un bebé menor de un mes que rechaza las tomas, debería acudir a urgencias.
- También si el paciente ha ingerido algún objeto, sobre todo pilas o imanes tendrá que ser valorado, así como si presenta un dolor abdominal fuerte y continuo que empeora.
- En caso de haber sufrido algún traumatismo en el que se vea alguna deformidad en el cuerpo, o que provoque una herida profunda que precise sutura deberá ser valorado por un especialista.
- Si ha ingerido algún producto tóxico o se le ha administrado más dosis de la prescrita de un medicamento, tendrá que ir a urgencias.
Si el paciente no presenta alguna de estas afecciones, podría pedir cita con su pediatra ya que no precisa valoración urgente.
A continuación compartimos un cuadro elaborado por la Sociedad Española de Urgencias de Pediatría (SEUP) que resume cuándo se debe acudir a urgencias (también lo podéis consultar adjunto en pdf en este mismo artículo):