Los beneficios de nadar durante el embarazo

Estar embarazada no significa no poder hacer ejercicio. Aunque hay que tener cuidado con las actividades que se practican, un mínimo de media hora diaria de ejercicio físico aporta muchos beneficios y la natación es una de las actividades para embarazadas más recomendables.
¿Estás embarazada y temes que hacer deporte pueda perjudicar tu estado? No temas, es muy recomendable que practiques ejercicio durante los meses de gestación. En concreto, se recomienda que practiques por los menos unos 30 minutos de actividad física cada día. Además, no es necesario que los hagas seguidos si ves que no puedes. Una alternativa es hacer 10 minutos de ejercicio tres veces al día.
Los beneficios de la natación durante el embarazo
Durante estos nueve meses son muchas las actividades que puedes practicar – siempre que no impliquen riesgo de caídas, golpes, elevadas temperaturas o alturas –, por eso una de las más recomendadas es la natación.
A continuación, se detallan los principales beneficios de la natación durante los meses de embarazo:
- Dada la capacidad de flotación e ingravidez en el agua, hace que te sientas más ligera a pesar del peso que puedas ganar durante este período.
- Mejora del sistema cardiorespiratorio al tratarse de una actividad aeróbica.
- Mejora tu flexibilidad y te proporciona una mayor amplitud de movimientos.
- Disminuye edemas circulatorios.
- Aumenta el tono muscular y lo fortalece, ejercitando brazos, piernas, espalda y abdomen. Es considerada una actividad muy completa.
- Los ligamientos y articulaciones se liberan y se fortalecen para evitar daños por sobrecarga.
- Al tonificar toda la musculatura corporal, evitas dolores comunes en este período como en la espalda, cintura y piernas, y evitas malas posturas corporales.
- En posición horizontal consigues mejorar la distribución del peso corporal, evitando sobrecargar la espalda y las piernas.
- Te proteges del calor, al estar en el agua, durante los meses de verano.
- Ayuda a controlar tu peso, a sentirte ágil y activa.
- Favorece el sueño y un buen descanso.
- Favorece un buen estado de ánimo, disminuye el estrés y la tensión nerviosa.
Todos estos beneficios en conjunto hacen que lleves mejor todos los cambios físicos y psicológicos que se te van presentando durante el embarazo. Es importante adaptar tu grado de actividad a tu estado físico y a cada etapa de la gestación, siempre acompañada por tu médico y un especialista en actividad física. Así, debes tener en cuenta cómo realizarla según el momento de gestación en el que te encuentres.
Consejos para nadar en el embarazo, trimestre a trimestre
Primer trimestre
Si estás en los tres primeros meses de embarazo, puedes nadar al menos 30 minutos al día. Además, si lo haces por la mañana – evitando realizar ejercicio en ayunas-, te ayudará a prevenir las náuseas y te dará energía para el resto de la jornada.
Segundo trimestre
En el segundo trimestre, los cambios físicos empiezan a notarse. Recuerda que aumentar de peso no significa tener que dejar la natación y, en general, gracias a la flotabilidad del agua, podrás nadar de espaldas sin perjudicar la circulación sanguínea del feto, como podría pasar si estuvieras haciendo ejercicio de espaldas fuera de la piscina.
Tercer trimestre
En la recta final de tu gestación, durante los tres últimos meses, si dominas el estilo de braza éste será el que más te beneficiará porque alarga los músculos del pecho y encoge los de la espalda. Y es que estas dos zonas pueden sufrir más durante la gestación.
En todo momento, recuerda ir a la piscina bien hidratada y beber agua durante la realización de la actividad y después.
Finalmente, recuerda que antes de iniciar la natación o cualquier actividad física durante el embarazo, debes consultarlo con tu médico y, sobre todo, si no hacías deporte antes, empieza poco a poco. Sigue también las indicaciones y los consejos del especialista en actividad física.