Ayudar a los demás tiene efectos positivos para nuestra salud

¿Puede ayudar a los demás ser un factor que beneficie a nuestra salud? Así lo evidencia un estudio que afirma que la solidaridad es buena para la presión sanguínea, el estrés y la autoestima.
La transmisión de valores es un hecho implícito en la condición humana, sean valores más positivos o menos. No obstante, cada vez hay más corrientes interesadas en conocer qué valores son los que realmente debemos inculcar a los más pequeños y que contribuirán a una mejor sociedad.
Valores y salud
Hasta ahora, pocas investigaciones se han centrado en buscar posibles beneficios para la salud en base a ciertos valores.
Ahora, un nuevo estudio indica que la solidaridad y el hecho de dar (ya sea mediante el voluntariado, ofreciendo apoyo emocional o a través de la participación en campañas solidarias) tiene efectos para los que reciben pero también para el que da.
El estudio, publicado en la revista International Journal of Psychophysiology, concluye que existen beneficios para la salud tanto en el campo emocional como físico.
Se observó que los individuos que participaron en el estudio:
- Presentaban menor presión sanguínea.
- Presentaban una mayor autoestima.
- Eran menos propensos a caer en depresión.
- Reportaban menores niveles de estrés.
- Eran más longevos.
- En general afirmaban sentirse más felices.
Para realizar la investigación se compararon aquellos sujetos que desarrollaban tareas relacionadas con el apoyo social, con otros que no lo hacían de forma habitual. El primer grupo obtuvo resultados mucho mejores, además de otros beneficios colaterales observados, como mayor predisposición a recuperarse mejor de determinadas complicaciones coronarias.
El mismo estudio también concluyó que la gente que ayudaba a los demás presentaba mayor autoestima, menos depresión, estrés y, en definitiva, mayor capacidad para ser feliz.
Otro resultado interesante del estudio fue que las personas más propensas a ofrecer su solidaridad seguían unos hábitos más saludables (fumaban menos, seguían una mejor alimentación y realizaban ejercicio físico de forma regular).
Según un artículo realizado el 1999 por la Universidad de California, personas de 55 años y mayores que habían participado como voluntarios años atrás, eran, en un 44% de los casos, menos propensos a morir en el plazo de los siguientes 5 años.
Biológicamente, el hecho de dar a los demás activa determinadas regiones del cerebro asociadas con el placer, con la conexión con los demás y también con la confianza.
La activación de estas regiones además provoca la liberación de endorfinas, la sustancia asociada con el bienestar y el placer. Los autores concluyen pues que el hecho de ayudar a los demás causa “una sana adicción”.
Referencia bibliográfica:
Why Giving is Good for Your Health. Cleveland Clinic. 2014