Anafilaxis en lactantes y niños

Cada vez se dan más casos de niños y niñas tratados en los servicios de urgencias por anafilaxia, pero ¿en qué consiste este problema? La anafilaxia es una reacción alérgica rápida y grave, que puede convertirse en una emergencia potencialmente mortal.
Las reacciones alérgicas son imprevisibles tanto por el momento en el que se producen, por los tipos de síntomas que se desarrollan, por la gravedad de estos síntomas, y debido a que pueden darse en niños de cualquier edad, incluidos los lactantes.
Estar preparado y conocer los signos de una reacción alérgica puede salvar la vida de un niño. No debemos olvidar que, a cualquier edad, la anafilaxia puede ser mortal si no se puede disponer de una ayuda médica inmediata.
¿Cuáles son los síntomas?
La anafilaxia incluye una amplia gama de síntomas que pueden comenzar rápidamente, en cuestión de minutos o varias horas después de la exposición a un desencadenante de alergia.
Hay que tener en cuenta cualquiera de los síntomas siguientes, especialmente si aparecen de repente:
- Falta de aliento, respiración sibilante, tos u opresión en el pecho
- Problemas para respirar o tragar
- Cambios cutáneos como erupciones cutáneas, enrojecimiento o urticaria y / o color pálido o azulado.
- Hinchazón de los labios o de la lengua
- Estornudos, nariz tapada, secreción nasal
- Garganta hinchada, dificultad para tragar, ronquera
- Pulso débil, síntomas de choque
- Vómitos, diarrea (si son graves o combinados con otros síntomas)
- Mareos o desmayos
- Sensación de "desorientación", confusión, somnolencia o agitación
En el caso de los lactantes también pueden experimentar otros síntomas como:
- Irritabilidad, molestias o llantos inconsolables
- Baba súbita
- Somnolencia inusual
¿Cuál es el mejor tratamiento?
La epinefrina es el tratamiento de emergencia recomendado para los síntomas de anafilaxia.
La epinefrina ayuda a revertir rápidamente los síntomas de la anafilaxia que ponen en peligro la vida del niño. Si está disponible, se debe administrar epinefrina inmediatamente a cualquier persona que tenga síntomas de anafilaxia, seguida de una llamada de emergencia al 112 y de un viaje al servicio de urgencias.
El medicamento se presenta en jeringas autoinyectables para facilitar su suministro. El mejor lugar para inyectarla es en los músculos de la parte externa del muslo.
Los autoinyectores de epinefrina deben prescribirse para cualquier persona que haya tenido algún ataque anafiláctico y para bebés y niños con un riesgo elevado de anafilaxia. Como puede ser necesaria una segunda dosis si los síntomas no disminuyen rápidamente, los niños y niñas con riesgo de anafilaxia deberían llevar como mínimo dos autoinyectores siempre.
A los niños y niñas suficientemente mayores también es conveniente enseñarles a administrarse epinefrina, en caso de que les sea necesario. Los autoinyectores de epinefrina deberían estar fácilmente disponibles en la escuela o en la guardería y también se debería contar con personal formado para actuar rápidamente en caso de reacción. Hay que tener en cuenta que las escuelas pueden requerir instrucciones detalladas del médico de vuestro hijo sobre cómo y cuándo utilizarlos.
¿Qué hacer después de dar epinefrina a un bebé o un niño?
Hay que tener en cuenta a qué hora se ha dado la epinefrina y llamar al 112. Debe pedirse una ambulancia con epinefrina, y especificar sobre a la hora a la que se le ha administrado la epinefrina por última vez cuando llegue la asistencia médica.
Los adultos presentes deben quedarse con el pequeño y darle una segunda dosis de epinefrina si los síntomas empeoran, continúan o no mejoran en 5 minutos.
Mantened al niño tumbado de espaldas. Si este vomita o tiene problemas para respirar, debe mantenerse tumbado de lado.
Se deben tener a mano otros medicamentos con receta (como el inhalador/broncodilatador del niño o un antihistamínico prescrito por el médico), pero no se debe utilizar nunca ningún otro medicamento en lugar de la epinefrina.
¿Qué puede causar una reacción alérgica grave?
Un montón de cosas pueden ser los desencadenantes de una reacción alérgica grave. Hay muchos alérgenos comunes que pueden desencadenar la anafilaxia. Por ejemplo:
- Alimentos (los cacahuetes son una de las alergias alimentarias más habituales). La Academia Americana de Pediatría aconseja a los padres que introduzcan alimentos que contienen cacahuete después de que su bebé haya probado los alimentos de bajo riesgo alérgico como estrategia de prevención de alérgenos para bebés de alto riesgo.
- Leche
- Huevos
- Frutos secos como las nueces, pistachos, pacanas y anacardos.
- Mariscos (como camarones, bogavante)
- Pescados como el atún, el salmón, el bacalao (aunque, como ocurre con los cacahuetes, hay algunas evidencias de que el consumo de pescado a principios de la vida puede ayudar a prevenir enfermedades alérgicas como el asma y la eczema).
- Picaduras de insectos
- Abejas, avispas etc.
- Medicamentos (los antibióticos y los medicamentos anti-convulsiones son algunos de los medicamentos más comunes que causan anafilaxia. Sin embargo, cualquier medicamento, incluso la aspirina y otros antiinflamatorios no esteroideos, puede causar reacciones graves).
- Otros (en casos raros, la anafilaxia puede estar relacionada con un determinado alimento seguido de ejercicio).
Hay que estar preparados
Es conveniente estar preparados y tener un plan de atención de emergencia para alergias y anafilaxia.
Cualquier persona que tenga cuidado de un bebé o de un niño con alergia que ponga en peligro su vida debe ser capaz de reconocer la anafilaxia y saber cuándo y cómo dar el tratamiento de salvamento (epinefrina).
Si vuestro hijo/a tiene un riesgo elevado de alergia o ha tenido una reacción alérgica grave previa, la Academia Americana de Pediatría recomienda tener un plan de emergencia para alergias y anafilaxis. El pediatra os ayudará a utilizar este plan tanto a vosotros como a la familia o con cualquier persona que cuide de vuestro hijo.
Acceso a las fuentes de consulta:
Anaphylaxis in Infants & Children. HealthyChildren.org. (18/06/2021)