Adolescentes introvertidos: ¿es un problema de ellos o una inquietud de los padres?

A menudo nos encontramos que muchos adolescentes son introvertidos, pero... ¿esto es un problema para el adolescente o para nosotros?
Quizás cuando nosotros éramos adolescentes nos gustaba tener una vida social muy activa, y ahora nos cuesta aceptar que nuestro hijo adolescente es diferente.
Debemos tener presente que una tercera parte o la mitad de las personas son introvertidas, y eso incluye los adolescentes, dice Susan Cain, escritora de "El poder tranquilo: las fortalezas secretas de los introvertidos". "Hay tal expectativa en creer que los adolescentes deben adaptarse al ritmo natural de ir de una cosa a la otra, ya que serán más felices cuando están rodeados de otros adolescentes, que los padres se preocupan cuando sus hijos/as no se adaptan a este molde".
Los adolescentes que coinciden con lo que Cain llama "ideal extrovertido" (carismático, hablador, siempre rodeado de amigos) es más fácil que sean vistos como hombres y mujeres felices y exitosos, incluso dentro de sus propias familias. Resulta difícil para los padres, saber si un niño o niña de carácter tranquilo lo es porque ha elegido voluntariamente estar solo o si, por el contrario, se está sintiendo excluido.
Prejucios y miedos de los padres
"Muchos padres extrovertidos", dice Cain, "se sienten mejor estando constantemente implicados en relaciones sociales, por lo que les es muy difícil entender que su hijo o hija prefiere quedarse en casa". "Incluso los padres que comparten las características introvertidas de sus hijos, no son inmunes a la preocupación", añade Cain. "Para los padres introvertidos, es fácil de entender y relacionarse con las necesidades y preferencias de un niño o niña introvertido". "Pero si estos padres se sienten incómodos o avergonzados sobre su propia introversión, tenderán a suponer que también debe ser así por su hijo/a adolescente".
Ambos tipos de padres deben comprobar su propio punto de vista. "Vemos la personalidad de nuestro hijo o hija como algo maravilloso, ¿o como un problema que debe superar?". Los padres que aprecian el temperamento más tranquilo del adolescente pueden aceptarlo a la vez que pueden animarle a hacer frente a la reticencia, o incluso al temor que a veces acompaña esta introversión si limita las oportunidades del chico/a. Pero saber cuándo hay que "empujarlo", es todo un reto.
Una de las claves, añade Cain, es considerar o pedir a nuestro hijo/a adolescente que considere si está tomando una decisión porque es realmente lo que quiere, una preferencia perfectamente legítima, o si por el contrario, la toma por miedo o incomodidad. Esto les ayudará a prepararlos para sopesar sus propias elecciones cuando estén en la universidad y necesiten decidir cuando hay que ayudarlo.
De todos modos, lo más importante, concluye Cain, es que nuestros hijos sientan que no hay ningún problema en tener una personalidad más tranquila que lo que se podría identificar como el típico adolescente. "En todo momento necesitan la libertad de poder decir: esto no va conmigo".
Acceso a la fuente de consulta:
Is Your Teen’s Introversion a Problem for Your Teen — or for You? The New York Times. [Fecha de consulta: 04/12/2018]