La adicción a los videojuegos: ¿estamos ante un trastorno mental?

Algunos adolescentes pueden pasar hasta 54 horas a la semana jugando. El manual por excelencia para diagnosticar enfermedades mentales (DSM-IV-TR) no considera, hoy por hoy, que la adicción a los videojuegos sea un trastorno. Una nueva investigación determina que debería considerarse como tal ya que comparten los mismos síntomas.
Los videojuegos se han impuesto desde hace un par de décadas como uno de los medios de entretenimiento preferidos de los adolescentes. La gran mayoría los toman como un pasatiempo que les proporciona sólo una experiencia de diversión positiva. Sin embargo, algunos jóvenes llegan a introducirse tanto en ellos hasta el punto de no ser capaces de controlar sus hábitos, con consecuencias emocionales y sociales altamente perjudiciales.
Según algunos estudios científicos, el juego por ordenador problemático comparte criterios de diagnóstico con trastornos adictivos reconocidos. Algunos de sus síntomas descritos son la ansiedad, la pérdida de control, el síndrome de abstinencia, la preocupación y las recaídas.
A pesar de ello, no existe ningún consenso clínico mundial sobre la adicción a los videojuegos, así como sí lo hay con el juego patológico o ludopatía. El Instituto de Amsterdam para la Investigación sobre Adicciones (AIAR) acaba de hacer público un estudio con chicos de 12 a 17 años, algunos de los cuales eran capaces de pasar hasta 54 horas a la semana expuestos a los videojuegos, casi un tercio del día. En el estudio se demuestra que estos adolescentes sí muestran patrones de comportamiento y síntomas similares a los de personas con problemas de dependencia a ciertas substancias.
En concreto, la investigación del instituto de la Universidad de Amsterdam se centró en la reacción de los jóvenes ante estímulos relacionados con los videojuegos (sesgo atencional). A niveles más altos de uso excesivo, más dificultades tienen los adolescentes para privarse de ponerse a jugar cuando deberían ponerse a trabajar con su ordenador personal o abandonar una sesión de juego una vez iniciada.
De hecho, este estudio abre nuevas vías de discusión para identificar definitivamente el problema de la adicción a los videojuegos como un trastorno mental adictivo. No obstante, son necesarios estudios complementarios en epidemiología, neuroimagen y tratamientos.
Referencia bibliográfica
Van Holst, R.; Lemmens, J. et al. Attentional Bias and Disinhibition Toward Gaming Cues Are Related to Problem Gaming in Male Adolescents. Journal of Adolescent Health. Society for Adolescent Health and Medicine, vol. 50, nº 6, págs. 541-546, junio de 2012 [acceso: 19 de junio de 2012]. Disponible en: http://www.jahonline.org/article/S1054-139X%2811%2900244-8/fulltext