Desperdicio de alimentos
Según diversos estudios, las familias desperdician 35 kilos de alimentos por habitante y año, que corresponde prácticamente a la cantidad de comida que consumimos en un mes. Es decir, compramos comida para 13 meses al año: un mes va directamente a la basura.
Últimamente, hay una creciente conciencia para reducir el desperdicio alimentario, en buena parte debido a la paradoja de que al mismo tiempo que tiramos comida hay un número creciente de gente que pasa hambre. Y es durante las fiestas de Navidad cuando este hecho se hace particularmente destacable.
La Navidad se ha convertido en una época durante la cual se compra un volumen de comida importante, se hacen muchas comidas fuera de casa y las comidas en familia los días señalados suelen ser muy abundantes. En consecuencia, es habitual que sobre mucha comida, tanto en los restaurantes como en casa.
El primer paso es tratar de reducir el desperdicio alimentario, en este caso os daremos algunos consejos para reducirlo en casa. No se trata de hacer nada especial, la organización y la planificación es la clave.
Lo primero que hay que hacer es planificar la compra, ajustándola a las necesidades reales. Una vez en casa, hay que conservar bien los alimentos, ya sea en la despensa, en la nevera o en el congelador, siempre comprobando las fechas de caducidad y haciendo una buena rotación, es decir, consumir primero los alimentos que caducan antes.
A la hora de cocinar también hay que acostumbrarse a preparar la cantidad que nos comeremos, intentando que no sobre. Si aun así nos sobra comida, podemos aprender a aprovecharla de muchas maneras.
De hecho, la cocina tradicional tiene muchos ejemplos: con la comida que nos sobra podemos hacer sopas, cremas, ensaladas, croquetas, empanadillas o canelones, típicos del día de San Esteban en algunas regiones (26 de diciembre), que se hacían precisamente para aprovechar lo que había sobrado del cocido del día de Navidad.
Más información al respecto en los siguientes enlaces
Agència de Residus de Catalunya – despilfarro
ACSA - malbaratament
Àrea de gestió de residus de l’Ajuntament de Barcelona
Paralelamente, la Navidad quiere ser vehículo de transmisión de valores como generosidad, humildad, gratitud o solidaridad. Si nos sobra comida o queremos ayudar a personas que tienen dificultades para obtener podemos colaborar con diferentes entidades de cooperación, Banc dels Aliments, Cruz Roja, Cáritas, los propios Ayuntamientos o entidades más pequeñas tienen programas de ayuda a personas necesitadas en los que se recoge y reparte comida. Hacer de voluntario en un comedor social también puede ser una actividad muy interesante. A nivel de restauración, también existen campañas que trabajan para aprovechar mejor la comida de los restaurantes y hacerlo llegar a los colectivos más desfavorecidos.
Por último, y teniendo en cuenta que el año 2014 será el Año Europeo contra el Despilfarro Alimentario, os animamos a empezar a tomar conciencia durante estas Fiestas para reducir el desperdicio de alimentos, de esta manera podremos vivir en un entorno más sostenible y podremos aprovechar mejor los recursos.