Seis consejos para evitar que tus hijos se mareen al viajar
Viajar es, muy a menudo, sinónimo de mareo para los más pequeños. Ya sea en el coche, en el barco o en el avión, existen maneras de evitar o reducir que los niños se mareen. Te explicamos cómo.
Al viajar en coche, barco, avión u otro medio de transporte, es posible que tus hijos se mareen durante el trayecto e incluso tengan ganas de devolver. Si les ocurre con frecuencia, es importante conocer los síntomas, cómo se sienten, por qué les ocurre y, sobre todo, saber las maneras de reducir o evitar las posibilidades de mareo.
En primer lugar, debes saber que el mareo es un término que, a menudo, se utiliza para describir dos síntomas diferentes: sensación de mareo y vértigo. El mareo es aquella sensación en la que la persona se siente a punto de desmayarse, y aunque la mayoría de las causas de mareo no son graves y mejoran rápidamente de forma espontánea, producen una sensación desagradable para quien lo padece.
Síntomas del mareo
Si los niños se marean durante un viaje, pueden sufrir los siguientes síntomas:
Náuseas y vómitos
Sudoración
Molestias abdominales o visuales
Palidez
Sensación de pérdida de orientación
Vértigo
¿Qué hace que los niños se mareen?
Todos estos síntomas se derivan de un fallo en uno de los procesos de nuestro organismo, precisamente, el que hace que nos mantengamos en equilibrio.
En concreto, las personas mantenemos el equilibrio gracias a la acción de la vista, el oído interno y el sistema que forman nuestros huesos y músculos. Normalmente, la información que generan estas partes de nuestro organismo llega al centro del cerebro donde se encuentran los núcleos nerviosos que forman el órgano del equilibrio.
Sin embargo, a veces, este circuito falla. Es entonces cuando llega el mareo, dado que se produce una falta de coordinación entre la información que recibe el órgano del equilibrio desde los diferentes sistemas que le mandan información. Huelga añadir que esta falta de coordinación se suele producir durante los viajes.
Seis consejos para evitar que los niños se mareen
Puedes minimizar o evitar que sufran los síntomas derivados del mareo si antes de hacer un viaje con ellos y durante el trayecto sigues los siguientes consejos:
Vigila que mantengan la vista fija en el horizonte: que vean las cosas que pasan a través del parabrisas delantero.
Evita que lean.
Evita que miren por las ventanillas laterales.
Evita una conducción brusca.
Mantén una temperatura agradable dentro del vehículo.
Puedes darles medicamentos de prevención como algunos fármacos antihistamínicos que bloquean las transmisiones nerviosas que producen los síntomas del mareo: pueden tomarlos en jarabe –para los más pequeños- , pastillas o chicles –si tienen más de seis años-.
Sin embargo, ten en cuenta que, si les das medicamentos, éstos pueden producir efectos como somnolencia o sedación. Por este motivo, consúltalo con el pediatra y sigue siempre la dosificación que él te indique.
A pesar de todo, debes saber que los niños son los que más tienden a marearse. Por eso, además de tener siempre en cuenta las anteriores sugerencias, una buena idea al salir de viaje es llevar una bolsa de plástico o de papel y también algo de ropa limpia por si tus hijos se marean.
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Esta información es de carácter divulgativo y no sustituye la tarea de los equipos profesionales de la salud. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con tu profesional de referencia.
Bajar a hacer un recado rápido o a repostar no son motivos para dejar a tus hijos esperando en el coche. De hecho, nunca debes dejar a un niño encerrado en un coche, pues lo expones a graves peligros para su salud e integridad.
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El vértigo se produce por la afectación del órgano del equilibrio, que consta de tres partes: el laberinto, que es el receptor situado en el oído interno que indica a nuestro cerebro la posición de nuestra cabeza respecto al suelo, los nervios (vestibulares) que conducen los estímulos a los núcleos del cerebro encargados de procesarlos (núcleos vestibulares) y elaborar una respuesta apropiada.
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