¿Para qué sirve?
Sirve para evaluar su estado físico y para determinar cualquier necesidad inmediata de cuidados médicos o de tratamientos de emergencia.
En general, se evalúa al bebé en dos ocasiones: la primera vez, un minuto después del nacimiento y la segunda, cinco minutos después. Algunas veces, si el estado físico del bebé resulta preocupante o si el resultado de la segunda prueba es bajo, se puede evaluar al bebé por tercera vez 10 minutos después.
Se utilizan cinco factores para evaluar el estado físico del bebé y cada factor se evalúa siguiendo una escala del 0 al 2, siendo 2 la máxima puntuación posible. Los factores son los siguientes:
- Aspecto (color de la piel).
- Pulso (frecuencia cardíaca).
- Irritabilidad (respuesta refleja).
- Actividad y tono muscular.
- Respiración (ritmo y esfuerzo respiratorio).
Los médicos, comadronas y personal de enfermería suman las puntuaciones de estos cinco factores para calcular la puntuación de Apgar, que oscila entre el 0 y el 10, siendo 10 la máxima puntuación posible.
¿Qué significa la puntuación de Apgar?
Un bebé que obtiene una puntuación de 8 o superior en la prueba de Apgar se suele considerar que tiene un buen estado de salud. De todos modos, el hecho de obtener una puntuación inferior no significa que el bebé esté enfermo o presente anomalías. Lo único que significa es que el bebé necesita algún tratamiento inmediato especial, como succionarle las vías respiratorias o administrarle oxígeno, para ayudarlo a respirar.
Algunos bebés nacen con afecciones que requieren cuidados médicos especiales y hay otros a quienes les cuesta más tiempo del habitual adaptarse a la vida extrauterina. La mayoría de los bebés que obtienen puntuaciones de Apgar un poco bajas en la primera evaluación se acaban adaptando bien al cabo de poco tiempo.
Es importante que los padres primerizos relativicen la puntuación de Apgar de su hijo. Esta prueba se elaboró para ayudar a los profesionales de la salud a evaluar el estado físico de un recién nacido a fin de saber lo antes posible si el bebé necesita o no cuidados médicos inmediatos. Pero no se elaboró para predecir el estado de salud, el comportamiento, el nivel intelectual, la personalidad ni el rendimiento a largo plazo de un niño. Muy pocos bebés obtienen la puntuación máxima de 10 porque sus manos y sus pies suelen estar azulados hasta que entran en calor. Y hay bebés completamente sanos que obtienen puntuaciones bajas en la primera prueba.
Hay que tener en cuenta que las puntuaciones de Apgar ligeramente bajas (sobre todo la que se obtiene un minuto después del nacimiento) son habituales en algunos recién nacidos, sobre todo los que nacen en partos de alto riesgo. Las puntuaciones bajas también son propias de los bebés prematuros, que suelen tener menos tono muscular que los bebés a término y que en muchos casos requieren más supervisión y ayuda respiratoria debido a su inmadurez pulmonar.
Si se permite que el bebé pase el tiempo necesario para que se adapte a la novedad del ambiente extrauterino y se le aplican los cuidados médicos necesarios, la mayoría de bebés responden bien.