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Los peligros del "sexting" en niños y adolescentes

Los peligros del "sexting" en niños y adolescentes

Los peligros del "sexting" en niños y adolescentes

¿En qué consiste el sexting?

El sexting es un término cada vez más habitual en nuestra sociedad. No es un problema de seguridad en sí mismo, sino una práctica de riesgo, sobretodo cuando implica menores de edad.

Consiste en el envío de contenidos de tipo sexual (principalmente fotografías o vídeos) producidos generalmente por el propio remitente, a otras personas a través de teléfonos móviles. El riesgo está en que, una vez enviados, estos contenidos pueden ser utilizados de forma perjudicial por los demás.

¿Cómo y por qué se origina el sexting?

Nueve de cada diez adolescentes de 14 años ya tiene móvil. El uso de un smartphone es una realidad en nuestra sociedad, y no sólo en los adultos, sino también entre los más jóvenes. Algunos estudios indican que los adolescentes utilizan sus móviles una media de cinco horas diarias. Pero precisamente la precocidad en el uso de estos dispositivos, representa una evidencia preocupante.

Uno de cada tres niños o niñas de entre 12 y 14 años, reconoce que practica sexting, intercambiando fotos o vídeos con contenido sexual desde sus móviles. Según Luis Bononato, presidente de la asociación Proyecto Hombre, el hecho de que a estas edades los menores ya tengan un dispositivo con posibilidades de conectarse a Internet, es lo que supone un riesgo que favorece situaciones como el sexting, el ciberacoso o el acceso a contenidos inapropiados.

Por qué el sexting es un peligro para los menores

Los riesgos de esta práctica comienzan con la divulgación de las imágenes o vídeos entre personas que no eran sus destinatarios. Al tratarse de contenidos íntimos, su difusión supone una pérdida de privacidad, por lo que se produce un agravio en la reputación de la víctima, deteriorando su imagen pública. El sentimiento de humillación y traición que ello implica puede provocar falta de confianza en futuras relaciones, además de problemas psicológicos como ansiedad, depresión, etc.

Asimismo, esta divulgación también puede suponer consecuencias más complejas como:

  • Ciberbullying: la humillación pública puede dar pie a conductas de acoso al protagonista derivando en un ciberacoso.
  • Extorsión o chantaje: el contenido también puede utilizarse como herramienta de chantaje solicitante cualquier recompensa a cambio de no hacer difusión.
  • Grooming y acoso sexual: en los casos de acoso sexual o de acercamiento de adultos a menores con intenciones sexuales, es habitual esta extorsión por exigir que se envíen más contenidos, o incluso contacto sexual directo.
  • Riesgos físicos: estos contenidos pueden ser utilizados para agresores para seleccionar sus víctimas. En ocasiones, los contenidos muestran elementos que ayudan a determinar la localización fácilmente (centro donde estudian, domicilio, geolocatización, etc).

También es importante tener en cuenta las consecuencias legales por parte de quien lo practica. Estos pueden ser acusados de:

  • Exhibicionismo y provocación sexual a menores.
  • Generación, producción, difusión o tenencia de pornografía infantil
  • Revelación de secretos y delitos contra la intimidad y el honor.
  • Delitos contra la libertad sexual.

¿Qué impulsa a practicar sexting a los jóvenes?

Aun no existen estudios concluyentes que expliquen los motivos de esta práctica todavía reciente, pero influyen varios factores:

  • Los jóvenes creen que una imagen en un terminal móvil está seguro, y no son capaces de imaginar las variadas formas en que esta imagen puede salir del dispositivo. Un hurto, un error, una broma, perderlo... o la voluntad del propietario.
  • Confiar plenamente en la discreción del destinatario. Los jóvenes no tienen suficiente experiencia vital para imaginar que las cosas cambian.
  • Sienten cierta presión de grupo que les lleva a ganar notoriedad y aceptación en el contexto digital, tan importante para ellos. Este factor, unido a la plenitud hormonal, puede generar combinaciones poco recomendables.
  • Las influencias y modelos sociales que fomentan el exhibicionismo de las relaciones sociales o desnudos, por personas no profesionales que abundan en las redes.
    Desconocen las consecuencias que, por su vida futura, puede llegar a tener el hecho de que esta imagen comprometida sea de dominio público. Ignoran el riesgo de volver a encontrarsela cuando conozcan nueva gente o busquen trabajo...

Según un estudio publicado en la revista Pediatrics el motivo más común para practicar el sexting entre adolescentes es una relación sentimental. También lo son las bromas y la voluntad de seducir. Una cifra importante de los menores que salían haciendo sexting (31%) lo habían hecho en relación al consumo de alcohol o drogas. Un 3% reconocía haberlo hecho debido a amenazas o chantaje.

¿Cómo educar a los jóvenes en el sexting?

Es necesario que los padres o educadores hablen con los menores y los ayuden a convivir con la realidad que les rodea. Estas son algunas reflexiones que podemos compartir con ellos para que tomen conciencia de la situación.

  • Piensa antes de enviar. Lo que publicas online o sale de tu móvil se convierte en irrecuperable. Escapa para siempre de tu control y puede llegar a cualquiera en cualquier momento. Lo que ahora quieres mostrar de ti, quizás mañana no te gustará. A quien le envías hoy, mañana puede no ser tu amigo. Además, cada vez hay más webs que se dedican a recopilar y difundir estas imágenes: tu desnudo podría acabar en una de ellas.
  • Imágenes de desnudos y minoría de edad es un delito de pornografía infantil. La pornografía infantil es un delito cuando se crea, se posee o se distribuye. Se considera pornografía infantil la protagonizada por quien no ha hecho 18 años. Si te llegan este tipo de imágenes, borra la foto. Si crees que su difusión está hiriendo alguien, ponlo en conocimiento de una persona adulta.
  • Las imágenes es un dato personal protegido por la ley. La imagen de alguien no se puede utilizar sin el consentimiento de la persona implicada.
  • Recibir o hacer una imagen de una persona, no te da derecho a distribuirla.
  • No participes con tu acción, broma u omisión. Cuando el sexting deriva en humillación y acoso colectivo, la víctima sufre un dolor enorme. Si lo promueves eres responsable.

Acceso a las fuentes de consulta:

Les noves tecnologies en nens i adolescents. Guia per a educar saludablement a una societat digital. FAROS Sant Joan de Déu. [Fecha de consulta: 29/05/2017]

Uno de cada tres niños entre 12 y 14 años practica 'sexting' y recibe contenido sexual en su móvil. El Mundo. [Fecha de consulta: 29/05/2017]

Sexting, una práctica de riesgo. Pantallas Amigas. [Fecha de consulta: 29/05/2017]

Sexting. Internet Segura For Kids. [Fecha de consulta: 29/05/2017]

Esta información es de carácter divulgativo y no sustituye la tarea de los equipos profesionales de la salud. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con tu profesional de referencia.
Publicación:  29/05/2017 Última modificación:  14/08/2023