Convulsiones febriles: qué son y qué hacer si nuestro hijo las sufre

Las convulsiones febriles ocurren cuando los niños tienen fiebre. Suelen afectar a niños de entre seis meses y seis años de edad, y usualmente ocurren durante el primer día de fiebre. Las convulsiones febriles, aunque pueden parecer aterradoras, normalmente se detienen en pocos minutos y no causan ningún otro problema médico.
Señales y síntomas
Durante una convulsión febril un niño:
- Experimentará movimientos espasmódicos.
- Puede temblar o dar sacudidas.
- Puede gemir.
- Puede perder el conocimiento.
Lo que debes hacer:
Si crees que tu hijo está teniendo una convulsión, conserva la calma y:
- Asegúrate de que el niño está en un lugar seguro y no puede caerse o darse contra una superficie dura.
- Acuesta al niño de costado para prevenir que se ahogue.
- Estate atento a cualquier señal de dificultad respiratoria, como que la cara del niño se ponga de color morado.
- Trata de llevar la cuenta de cuánto dura la convulsión.
- Cuando la convulsión termine, llama al doctor para una evaluación.
Busca asistencia médica de emergencia si el niño:
- Tiene una convulsión que dura más de 10 minutos.
- Se pone de color morado.
- Vomita durante la convulsión febril.
¡Piensa en prevenir!
Las convulsiones febriles prácticamente son inevitables y nadie sabe por qué ocurren. Si el niño se encuentra mal por la fiebre, dale acetaminofeno o ibuprofeno, como se indica. Después de una convulsión febril, es importante que llames al doctor para que haga una revisión al niño.
Fuente: http://www.blankchildrens.org/